El ayuntamiento de Ulea es el único que puede presumir de no deber nada. Su alcalde, Víctor Manuel López, explicó ayer que el Consistorio no solo no tiene deudas en los bancos, sino que ha logrado acumular unos 300.000 euros de superávit, que tiene depositados en «un plazo fijo, en previsión de que en algún momento llegue a producirse un problema y «los vecinos no tengan dinero para hacer frente a gastos como el IBI». López explicó que la situación de las cuentas de Ulea, que tiene unos 1.00 vecinos, se debe a los ahorros obtenidos desde que en 2011 se puso en marcha un plan de ajuste, que empezó por el sueldo del propio alcalde, que se ha quedado en el 75%. Añadió que el Ayuntamiento también ha eliminado los teléfonos móviles de los concejales y ha suprimido muchas facturas de suministros concentrando en la sede del Consistorio la Agencia de Desarrollo Local y el Servicio de Juventud, lo que ha permitido ahorrar unos 23.000 euros en líneas de ADSL, teléfonos o electricidad, además de conseguir mejoras en todos los contratos públicos y en el alumbrado público. Según sus cálculos, el ajuste ha permitido ahorrar unos 600.000 euros desde 2011. M. J. G.