Un total de 568 armas de fuego se exhiben desde ayer y hasta el próximo viernes en la sede de la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia, con el fin de que todo ciudadano que lo desee (y que tenga licencia) pueda llevarse una de ellas a casa. Hay para todos los gustos, y de todos los precios.

En concreto, 97 de las armas que se subastan son cortas (34 revólveres y 63 pistolas). También hay 409 escopetas, tres arcabuces y tres trabucos. Tienen procedencias variadas. Algunas vienen de agrupaciones festeras. Otras, de personas que han perdido su licencia o que han renunciado a seguir teniéndola. Asimismo, algunas han sido entregadas por familiares de personas que han fallecido, y que eran quienes poseían el permiso de armas.

«Las armas no son como la lavadora, que se rompen y las llevamos al ecoparque. Las armas tienen un defecto, que es que matan. Por eso no pueden quedar nunca sin control», explicaba ayer el capitán Antonio Munuera, delante de una subasta por la que se interesan especialmente hombres. La Benemérita lo explica porque la mayoría de los cazadores son varones, aunque detalla que van también féminas, como las que practican el tiro con arco.

Entre las armas que se subastan, este año no hay ninguna que proceda de un crimen. Que podría darse el caso, como se ha dado, pero no en esta ocasión. «Sí tenemos algunas de personas a las que les han quitado el arma por sentencia judicial firme. Sobre todo, de violencia de género. Siempre que pasa eso se retira el permiso de armas», indica Munuera.

Se espera que entre 400 y 500 personas se acerquen esta semana por la Comandancia para ver las pistolas y escopetas (nunca dispararlas) y pujar por ellas.

Las armas que no se lleguen a vender, serán destruidas: concretamente, se reducen a chatarra mediante fundición.

En cuanto a los precios, el arma más cara de este año es una escopeta cuyo precio de salida son 3.000 euros. Los precios los fijan los propios titulares. También hay un revólver que sale por 10 euros.

Se ha de adelantar un 25% de lo que vale la pieza que se quiere

Hasta el viernes, a la una de la tarde, se pueden presentar las ofertas para cada uno de los lotes expuestos. El procedimiento es el siguiente: el ciudadano que quiera el arma en cuestión recogerá un impreso, lo rellenará a mano o a máquina y se pasará primero por caja. Tendrá que depositar en Hacienda una fianza del 25% del precio de salida del arma que le gusta. Al entregar el impreso a la Benemérita, dará también sus datos y el justificante del pago que ha hecho al erario público. Asimismo, ha de acreditar que posee permiso de armas. Los sobres se abrirán el lunes, a partir de las nueve de la mañana. Entonces y sólo entonces se sabrá quién ha pujado más y, por tanto,se queda con el arma.