Finalmente no ha habido firma del manifiesto de apoyo al Tratado Transatlántico de Libre Comercio (TTIP) -que negocian Estados Unidos y Europa- por parte del sector agroalimentario murciano.

La negativa de las organizaciones agrarias y de las cooperativas a dar el visto bueno a un acuerdo que aún se negocia y cuyo contenido es prácticamente desconocido, forzó la semana pasada a posponer hasta ayer el acto previsto para el viernes.

Esta vez sí se celebró, pero al mantenerse el rechazo de este colectivo a apoyar por ahora el TTIP, se optó finalmente por celebrar un encuentro en el que la consejera de Agricultura, los empresarios exportadores de Proexport y Apoexpa, y los conserveros de Agrupal, entre otros, simplemente expusieron lo que ellos consideraban que podía ser beneficioso para la Región.

La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, defendió que el tratado «no va a suponer ninguna rebaja de los estándares laborales, medioambientales, de protección del consumidor o de salud. No se va a permitir en ningún caso la producción ni la comercialización de carne hormonada ni a modificar la legislación europea en materia de productos transgénicos».

Además, dijo que según un estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE) «se prevé que en la Región, durante los primeros cinco años de vigencia del tratado se generarían unos 10.000 puestos de trabajo. Además, las exportaciones a EE UU podrían incrementarse hasta un 30 por ciento y alcanzar los 400 millones de euros desde los algo más de 300 actuales».

En el acto se destacó que los actuales niveles de aranceles para importar en EEUU las frutas, cítricos y hortalizas europeas en fresco son relativamente bajos, «por lo que el desmantelamiento de los mismos no debe constituir un punto difícil en la negociación y evidentemente contribuiría a mejorar la competitividad».

En cuanto a las barreras no arancelarias de Estados Unidos, como las sanitarias y fitosanitarias, y que en la actualidad generan enormes dificultades de carácter administrativo a veces insalvables para los exportadores murcianos, este sector defiende su eliminación. De nuevo el marco de negociaciones del tratado «supone una oportunidad de mejora para las frutas y hortalizas de la Región de Murcia», apuntaron.

Finalmente, la consejera se refirió al sector de los frutos secos (con especial mención a la almendra) y a la actividades ganaderas como el porcino, señalando «la importancia de mostrar el máximo apoyo a estos sectores, solicitando mecanismos que garanticen de forma incondicional la adecuada vigilancia y defensa de sus reivindicaciones», para que estos productores «no se sientan amenazados».

Por su parte, los detractores habían subrayado que no podían apoyar un acuerdo «sin saber sus condiciones y sobre el que hay demasiadas dudas» de las repercusiones que puede tener para el sector en la Región de Murcia.

También dijeron no entender las prisas de los empresarios agrícolas y exportadores y de los conserveros por mostrar este apoyo. En esta línea se han posicionado las organizacines agrarias Coag, Asaja y Upa, y la federación de cooperativas, Fecoam.

"Cachá da la espalda a la Región de Murcia"

La diputada regional de Podemos, María Giménez, ha señalado que la postura de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente en torno al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos es una "negligencia puesto que ni la propia Consejera, Adela Martínez-Cachá, tiene un conocimiento real y profundo de lo que significa el TTIP para el sector en la Región de Murcia".

Giménez ha ofrecido a Martínez-Cachá la colaboración de Podemos para "analizar con detenimiento las consecuencias del TTIP. Dada la centralidad del sector agropecuario en la Región debemos orientar estratégicamente las políticas a llevar a cabo, puesto que todas las informaciones apuntan a que el tratado conduce a nuestros agricultores y ganaderos a un importante descenso de los precios".