La Región se ha situado a la cabeza de las comunidades autónomas en domingos de compras, junto con Baleares y Madrid, las dos autonomías que tenían el calendario con el mayor número de aperturas del comercio en festivos. El Gobierno ha aprobado un decreto ley de liberalización del comercio que eleva de doce a dieciséis el número de fiestas en las que podrán abrir los establecimientos comerciales de la Región. Esta medida ha sido una reivindicación tradicional de los grandes almacenes y los centros comerciales a la que se oponía el pequeño comercio de forma tajante, pero la patronal Fecom no ha adoptado en esta ocasión la actitud beligerante que llegó a mostrar en otros momentos.

Por su parte, el consejero de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo, Juan Hernández, mantiene que «la apertura hacia la libertad económica y la simplificación administrativa va a generar mayor actividad en todos los sectores de la Región y, por lo tanto, mayor poder adquisitivo y capacidad de compra de los murcianos».

Al haber tramitado la reforma como decreto ley, que posteriormente deberá ser convalidado por la Asamblea Regional, el Gobierno necesitará el apoyo de la oposición para sacar adelante la liberalización. De momento, la CROEM ha iniciado una ronda de contactos con los demás partidos, que se inició el viernes con PSOE

Las empresas adscritas a la Asociación de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y el pequeño y mediano comercio han mantenido un tira y afloja desde hace más de dos décadas, que se recrudecía cada vez que llegaba el momento de pactar los horarios de atención al público y las fechas de apertura en domingos y festivos.

Los pequeños empresarios han mantenido el temor a que sus clientes emigren desde el casco urbano de las ciudades a los centros comerciales de las afueras, en los que además de las tiendas, pueden encontrar restaurantes, cines, hipermercados y establecimientos de ocio infantil que tratan de convertir la jornada de compras en una salida festiva en familia.

La legislación vigente hasta ahora permitía que los municipios costeros quedaran exentos del calendario oficial pactado en las comunidades, lo que llevó a las grandes superficies de Cartagena hace unos años a acogerse a la liberación para abrir en cualquier momento del año, siguiendo el ejemplo de Madrid, que fue la primera en desterrar los calendarios para establecer una total libertad de apertura.

En segundo lugar está Baleares, que permite abrir 16 domingos al año, aunque el nuevo Gobierno del archipiélago ya ha anunciado su intención de reducir el calendario autorizado, lo que dejaría a Murcia el segundo puesto a la cabeza de las comunidades, solo por detrás de Madrid.

También Aragón ha suprimido un día de apertura en festivo para dejar su calendario en 10 días.

En el lado opuesto se sitúan el País Vasco, que está sometido a la regulación estatal, en la que se establece un mínimo de ocho días, pero la presión de la patronal y los sindicatos impide abrir en festivos.

Navarra tiene siete, a los que se suma otro festivo establecido por los municipios; y Cataluña, ocho.

En las demás comunidades, incluida Canarias, el límite se ha mantenido en los diez días, salvo Castilla-La Mancha, que alcanza los doce, la misma cifra que tenía Murcia hasta ahora.