Si algo hubiera que agradecer a la crisis económica es la repercusión beneficiosa que puede estar teniendo en las emisiones de CO2, o gases de efecto invernadero, a la atmósfera desde la región de Murcia, que siguen descendiendo sobre todo en lo que se califica como «grandes fuentes», entre ellas las industrias eléctricas. Estas empresas están ubicadas principalmente en el cartagenero Valle de Escombreras.

Las empresas de la Región que están sometidas al comercio de derechos de emisión lanzaron a la atmósfera el año pasado un total de 4.304.600,21 toneladas de CO2, de las cuales 633.435,30 procedieron de las empresas de producción eléctrica, lo que supone, sólo en este sector, un 31% menos que el año pasado.

Este es uno de los datos que se suele utilizar como termómetro o indicador de la situación de la economía y de si se está superando ya la crisis. Teniendo en cuenta que en 2014 las eléctricas emitieron 915.328 toneladas de gases de efecto invernadero, todo hace suponer que se sigue sin levantar cabeza, al estar este sector muy ligado a la actividad empresarial.

Estas cifras están recogidas en el Informe anual sobre las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de la Región, que obliga a las industrias sometidas a este control a presentar un balance cada mes de febrero.

Las emisiones están fiscalizadas por la administración regional, estatal y europea y deben salir al mercado con el fin de comprar derechos para arrojar a la atmósfera el dióxido de carbono. Es decir, que no son gratuitas.

Solo el año pasado, y teniendo en cuenta que, de media, una tonelada costaba 7,20 euros, las eléctricas tuvieron que pagar 4.560.480 euros.

El sector ha tenido que abonar por este ´derecho a contaminar´ desde la primera tonelada a partir del año 2013, cuando empezó un nuevo ciclo ´medioambiental´ (2013-2021) en el que la UE se marcó el objetivo de reducir del 8 al 21% las emisiones contaminantes. En 2030, se prevé llegar al 30%.

Debido a estos nuevos objetivos europeos, las eléctricas perdieron en 2013 las asignaciones gratuitas de emisión que tenían con anterioridad. Según los expertos, a este sector en concreto, y al resto de las industrias sometidas a este control en general, solo les queda invertir más en infraestructuras para reducir las emisiones si quieren evitar este importante gasto. La máxima, ´el que contamina, paga´, podría transformarse en ´el que no contamina, ahorra´.

Calentamiento global

El efecto invernadero es el fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera, retienen parte de la energía que la superficie planetaria emite por haber sido calentada por la radiación solar. Si no fuera por el efecto invernadero, la vida en la Tierra no sería posible, ya que la temperatura en la superficie estaría en torno a los -18 °C. El efecto invernadero se está viendo acentuado por la emisión de ciertos gases, lo que provoca el calentamiento global.

Los principales gases de efecto invernadero son el CO2, que emite la industria y los coches, por ejemplo; el CH4, o metano, procedente de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), vertederos o el estiércol; el N2O, u óxido nitroso, abonos con carbono nitrogenado; los PFG o polifluorcarbonos, que lanza el aire acondicionado; y el SF6, de las centrales eléctricas.