El Palacio Almudí acogía este viernes la toma de posesión de Miguel Ángel Larrosa como presidente de la Audiencia Provincial, en sustitución de Andrés Pacheco. Como escenario, las exposiciones 'De viajes y regresos', firmada por Emilio Pascual, y 'Cuadernos de tapa negra', de Antonio Franco.

Antes del acto, Larrosa declaraba a los medios que estaba "muy ilusionado" por el reto que asumía "con la idea de servir al ciudadano".

"Pretendo comprometerme con la Audiencia y ayudar a que mejore y tengamos un mejor servicio para los ciudadanos", dijo. "La idea básica es que mejoremos el tiempo de respuesta y la seguridad jurídica", comentó el magistrado.

"Algo que quiero es que todos los compañeros se impliquen en el funcionamiento, que no sea sólo cosa del presidente", resaltó.

Apostilló que es preciso "desdoblar la sección de Cartagena, en una civil y otra penal, para que sea el mismo régimen que en Murcia".

Al acto asistían el delegado del Gobierno en Murcia, Antonio Sánchez-Solís; el presidente del TSJ de Murcia, Miguel Pasqual del Riquelme (que presidía, a la vez, el acto); la consejera de Presidencia, María Dolores Pagán; la presidenta de la Asamblea, Rosa Peñalver; el presidente del Consejo Jurídico, Antonio Gómez Fayrén; el rector de la UMU, José Orihuela; el coronel de la Guardia Civil en la Región, Jesús Arribas; el fiscal de Medio Ambiente, José Luis Díaz Manzanera; el jefe superior de Policía de Murcia, Cirilo Durán, y el almirante de Acción Marítima, Manuel de la Puente Figueroa, además de los decanos de los colegios de abogados, notarios, procuradores y registradores.

Asimismo, el evento contó con la presencia del portavoz de Ciudadanos en la Asamblea, Miguel Sánchez; el diputado del PP Víctor Martínez y el catedrático y miembro del Consejo Jurídico José Antonio Cobacho. Y fueron dos jueces del Supremo, que en su día estuvieron trabajando en Murcia: Antonio Salas y Joaquín Samper.

Larrosa Amante, que prometía su cargo ante un retrato de Felipe VI caracterizado como si fuera juez (con toga y puñetas), contaba con dos padrinos: su hermano, el también magistrado José Larrosa Amante, y su antecesor en el cargo y amigo, Andrés Pacheco.

En su discurso, Su Ilustrísima destacó su "entusiasmo por administrar justicia", al tiempo que hizo hincapié en que asume una "tarea nueva e ilusionante".

Hubo, cómo no, un recuerdo para la familia: "A mis hermanos, Pepe y Mari Carmen. A mis hijos, Carlos y María, mi mejor obra. A María José, mi compañera de vida y mi amiga", pronunció Larrosa Amante.

Y elogios para su antecesor, Andrés Pacheco, "del que aspiro a ser un digno sucesor. Ha sido un presidente digno, cuya labor será recordada y cuya actitud me servirá de ejemplo en el futuro", remarcó.

En un discurso breve en el que no faltó una referencia al Quijote, Larrosa Amante precisó que "la palabra clave en la que pretendo fundamentar mi gestión es la idea de compromiso, que implica trabajo, dedicación, responsabilidad y participación".

También invitó a sus colegas a "reflexionar sobre nuestro papel en la sociedad, nuestra condición de servidores públicos", al tiempo que abogó por "ofrecer una imagen más cercana y comprometida y una justicia más ágil".

Por eso, el presidente de la Audiencia apostó por poner en marcha una "mayor transparencia de los criterios y garantizar la máxima seguridad jurídica", al tiempo que sentenció que hay que "comenzar a trabajar desde la crítica constructiva para adaptarnos a las nuevas realidades".

En su opinión, "el presidente de la Audiencia debe de ser una persona cercana a los problemas internos" de esta institución, desde una "perspectiva de solidaridad". A este respecto, manifestó su intención de "buscar un clima dialogante que haga que mejoremos entre todos la Audiencia Provincial".

"Si veis que me acomodo, pido que me exijáis volver a la búsqueda de estos compromisos", espetó a sus colegas. "Espero no decepcionar ni a mis compañeros ni a la sociedad ni a mí mismo", concluyó, para recibir un sonoro aplauso.

Por su parte, Pasqual del Riquelme proclamó que Larrosa Amante "es un magistrado que conoce en profundidad la Región y sus problemas. Es, además, un sobresaliente jurista: es doctor en Derecho, diplomado en estudios avanzados de Derecho Civil y un profesional que tiene la visión y la experiencia añadidas de participado en proyectos de Naciones Unidas y la Agencia Española de Cooperación Internacional en países como Bolivia, Paraguay y Nicaragua, entre otros".

"Miguel Ángel, te deseo la mayor de las suertes. La tarea no es fácil", le dijo, al tiempo que recordó que "estamos en un momento crucial de tensión entre continuidad y cambio. Entre mantener y renovar".