Un error con responsabilidad compartida. Así ha cerrado Ciudadanos la crisis provocada por el caso de las facturas de la campaña electoral cargadas a la Asamblea Regional. El partido difundió en la mañana de ayer un comunicado informando del cierre del expediente abierto al portavoz en el ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, y el diputado regional Luis Francisco Fernández, sin otra medida disciplinaria que la anunciada destitución de Gómez como delegado territorial. Ambos dirigentes podrán continuar en sus respectivos cargos públicos.

El archivo de la investigación interna se produce al estimar el Comité de Garantías de Ciudadanos que «se produjo un error administrativo al pagar unas facturas por la cuenta del grupo parlamentario y no a través de la del partido, un error que además ya ha sido subsanado».

La única consecuencia interna del caso de las facturas es una simple amonestación, la sanción más leve de las que aparecen en los estatutos de Ciudadanos, a los cuatro miembros del grupo parlamentario en la Asamblea Regional: Miguel Sánchez, Juan José Molina, Miguel López-Morell y Luis Francisco Fernández.

Además, la dirección estatal de Ciudadanos ha aprovechado la crisis para realizar una serie de cambios internos en la estructura del grupo parlamentario. Miguel Sánchez seguirá siendo el portavoz, pero ahora le han puesto un jefe. Juan José Molina, ahora viceportavoz, asume la secretaría general del grupo parlamentario. El comunicado de Ciudadanos lo señala como «el máximo responsable interno del grupo», que se coordinará tanto con la secretaría de Grupos Institucionales, que dirige el yeclano Antonio Puche, como con la de Organización, que hasta hace unas semanas ocupaba Mario Gómez y que ahora está vacante.

En el partido suena con fuerza para este puesto el nombre de José Ángel Banet, persona cercana a Mario Gómez, aunque no se descartaba la continuidad del propio concejal en el ayuntamiento de Murcia una vez que cerrado el expediente disciplinario abierto por el caso de las facturas.