El caso de las facturas de la campaña electoral cargadas a la Asamblea Regional ha dinamitado al partido Ciudadanos en la Región de Murcia, que ve cómo la polémica le ha costado el puesto al hombre fuerte de la organización, Mario Gómez Figal, delegado territorial y portavoz en el ayuntamiento de Murcia.

La dirección nacional de Ciudadanos informó sobre las siete de la tarde de ayer, en un escueto comunicado, la destitución de Mario Gómez como delegado territorial, cargo para el que fue designado hace apenas un mes y que se correspondería con el puesto de secretario de Organización de los partidos tradicionales. También se acordó abrir un expediente disciplinario contra Luis Francisco Fernández, secretario primero de la Asamblea, responsable de la contabilidad del Grupo Parlamentario de Ciudadanos.

No obstante, la dirección estatal de Ciudadanos insiste en atribuir lo ocurrido «a un error administrativo ya subsanado». «Se han dado instrucciones al Grupo Parlamentario de Murcia para que sea absolutamente riguroso en la gestión de la contabilidad, tal y como siempre se ha indicado desde la secretaría de Finanzas», señala el comunicado de C's.

A Mario Gómez, que fue el encargado de la puesta en marcha de Ciudadanos en la Región junto al diputado valenciano Emilio Argüeso, se le responsabiliza de haber dado a proveedores del partido durante la campaña de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015 la orden de que anularan las facturas que habían dirigido previamente a la dirección nacional del partido en Barcelona, relacionadas con servicios como una batucada, un vídeo electoral, el alquiler de salas de un hotel para un acto público o la impresión de papeletas y sobres, y las volvieran a emitir, pero esta vez dirigidas al Grupo Parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea Regional, de forma que fueran abonadas con el dinero de las subvenciones públicas que recibe de la Cámara. Esto sería irregular, pues el reglamento de la Asamblea señala que las ayudas públicas que reciben los grupos solo se pueden emplear para sufragar gastos corrientes y de funcionamiento.

El detonante para la destitución ha sido un 'whatsapp' supuestamente enviado por Mario Gómez en el que da la orden «de que las anulen y las vuelvan a emitir (las facturas)», revelado por la emisora 'Onda Cero Murcia' ante la advertencia de un proveedor de que el Grupo Parlamentario no puede pagar facturas con fecha anterior al 18 de junio de 2015 (fecha de su formación)»

No aclara la dirección nacional de Ciudadanos si Mario Gómez y Luis Fernández continuarán en sus cargos públicos en el Consistorio murciano y la Asamblea, respectivamente. El partido solo informa de las medidas disciplinarias orgánicas. Las actas de diputado y de concejal pertenecen a los dos afectados, y sobre ellos recae la decisión de renunciar a ellas o no, en un partido que ha hecho de la regeneración y la lucha contra la corrupción su principal bandera. El partido puede presionarles para que dimitan, pero la decisión final siempre estará en su mano.

Esta Redacción habló ayer con Mario Gómez, quien estaba por la tarde en Murcia relajándose junto a sus compañeros del Grupo Municipal, expresaba su «respeto» a las decisiones de su partido. Gómez señaló que no va a dimitir hasta que no se resuelva el expediente informativo que le han abierto.

Por su parte, Miguel Sánchez, portavoz en la Asamblea Regional, en la línea de lo manifestado por la dirección estatal de Ciudadanos, insistía en atribuirlo todo «a un error administrativo» achacable «a la bisoñez y falta de experiencia» de la formación naranja.