El Tribunal de Cuentas da un tirón de orejas al Gobierno regional por «la deficiente justificación de la necesidad de celebración de la mayoría de los contratos públicos analizados. En su informe de fiscalización de la Cuenta General de la Comunidad correspondiente a 2013, el tribunal critica también la imprecisión en los pliegos de cláusulas administrativas al baremar los diferentes criterios de adjudicación, la deficiente preparación administrativa y la falta de coordinación entre las administraciones intervinientes en el inicio de los expedientes y en la preparación de los contratos.

Además, el tribunal advierte de la no inclusión de la valoración del precio de las ofertas como determinante de la adjudicación de los contratos en virtud del principio de economía en la gestión de los fondos públicos.

La gestión sanitaria requiere un apartado especial. Al igual que en el resto de comunidades autónomas, el Tribunal de Cuentas observa «una enorme rigidez del gasto, lo que representa una preocupación para la sostenibilidad financiera en la prestación de los servicios sanitarios», dado que el déficit acumulado del Servicio Murciano de Salud (SMS) al cierre del ejercicio 2013 ascendía a 1.077 millones de euros.

Entre las recomendaciones que hace para la gestión sanitaria, el Tribunal de Cuentas aconseja «reforzar los mecanismos de control de presencia del personal, establecer un sistema de turnos de mañana y tarde, que facilite la prestación continua de los servicios asistenciales y adecuar el precio de las guardias médicas», indica el documento.