Los presidentes del Gobierno regional, Pedro Antonio Sánchez, y de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, están decididos a conseguir que Murcia y la Comunidad Valenciana dejen de ser las dos autonomías peor financiadas. Tras un encentro celebrado ayer en el palacio de San Esteban, sede de la presidencia del Ejecutivo murciano, Sánchez y Puig anunciaron que tratarán de sumar a otras comunidades autónomas al frente constituido por ambas regiones para conseguir un sistema de reparto autonómico «más transparente», además de defender el trasvase Tajo-Segura y del Corredor Mediterráneo.

El socialista Ximo Puig es el segundo presidente autonómico que viaja Murcia en los últimos días, tras la visita que el pasado sábado realizó a Caravaca de la Cruz el máximo responsable de la Xunta de Galicia, Núñez Feijóo. Aunque es la primera vez que la Región y la Comunidad Valenciana tienen presidentes de partidos distintos, Puig parecía sentirse muy cómodo en el palacio de San Esteban y en compañía de sus anfitriones.

El jefe del Ejecutivo valenciano reconoció que el frente constituido por Murcia y Valencia no tiene ningún «arma secreta» para conseguir un trato más igualitario en la reforma del sistema de financiación que debe aprobar el próximo Gobierno central, pero consideró que será suficiente con establecer un sistema «transparente, claro y sin subterfugios». En caso contrario, cree que «el desgarro será mayor». Apuntó que un requisito fundamental para evitar «la asimetría» y la arbitrariedad en el reparto es acabar con los privilegios establecidos en el llamado ´statu quo´, dado que no es posible alcanzar una distribución más equitativa mientras que las comunidades mejor financiadas tengan garantizado el mantenimiento de los recursos asignados hasta ahora.

Murcia comparte este criterio, dado que la cláusula del ´statu quo´ permite, por ejemplo, que Cantabria reciba 2.850 euros por habitante y año, mientras que Murcia tiene que conformarse con 1.985 euros por habitante.

Puig entiende que uno de los objetivos de la entente entre Murcia y Valencia debe ser «hacer visible nuestra percepción al resto de España. Las instituciones están para resolver problemas», aseguró.

Por su parte, Pedro Antonio Sánchez aspira a que Murcia y Valencia dejen de disputarse los últimos puestos en financiación autonómica y puedan abandonar «la triste competición a la que acudimos cada año para ver quién está en el último lugar y quien en el penúltimo. Nos rebelamos contra esta situación», aseguró el presidente murciano.

Sánchez abogó por el reconocimiento de la población real, para evitar que la dotación presupuestaria deje fuera del sistema a una parte del censo, lo que impide cumplir los objetivos de déficit, dado que los ingresos quedan por debajo de las necesidades reales de gastos.

Dejó claro que las dos comunidades aliadas «no queremos gastar más de lo que ingresamos. Queremos cumplir el compromiso de déficit, pero para cumplir hay que cambiar el modelo de financiación. Tenemos que jugar todos con las mismas cartas».

Coincidió con Puig en que el actual sistema es «opaco y enredado» por lo que sugirió la creación de «otro modelo más sencillo y justo. También dio a entender que, pese a las dificultades para avanzar en las negociaciones que impone la interinidad del Gobierno, los dos presidentes reunidos ayer en Murcia «no estamos en funciones», por lo que seguirán trabajando para conseguir la adhesión de otras comunidades autónomas a la alianza entre ambos en defensa de «los intereses que compartimos» y «del interés general».

Desdramatizan la vuelta a las urnas

Los presidentes de Murcia y la Generalitat Valenciana, Pedro Antonio Sánchez y Ximo Puig, respectivamente, trataron de desdramatizar la posible repetición de elecciones generales, a la vista de que el pacto cada vez parece más lejano. Ximo Puig señaló que «tampoco es un drama» repetir elecciones, porque los ciudadanos serán quienes tengan que decidir, aunque sigue manteniendo el optimismo ante las posibilidades de alcanzar un acuerdo.

«Los ciudadanos dijeron que no querían mayorías absolutas y propusieron un menú en el que había que buscar fórmulas trasversales», por lo que, en su opinión, «será un fracaso devolver la pelota a los ciudadanos. Antes de devolver la pelota a los ciudadanos deberían ser capaces de disparar a puerta y, a ser posible, marcar algún gol», señaló. Pedro Antonio Sánchez considera que «España necesita un Gobierno que no esté en funciones «y abogó por «un acuerdo o unas elecciones. Me parecería genial que se acorte la campaña electoral, tal y como se ha propuesto», dijo.