Tres adolescentes están llamados a declarar el próximo viernes en la Fiscalía de Menores de Murcia acusados de haber abusado sexualmente de una compañera de colegio en Molina de Segura, informaron fuentes cercanas.

Según apuntaron desde la investigación, la víctima, también menor, contó a su madre que llevaba años sufrieron vejaciones por parte de tres compañeros de colegio, pero que no se había atrevido a decirlo hasta ahora.

La madre de la niña recurrió entonces a la Policía Nacional, que comunicó el caso a Fiscalía.

En concreto, los tres menores de edad sospechosos están citados en las dependencias de la Ciudad de la Justicia el viernes.

En estas instalaciones trabajan profesionales del Equipo Técnico del Juzgado y la Fiscalía de Menores de Murcia, en concreto psicólogos y educadores sociales. Está previsto, en este sentido, que los menores sospechosos se sometan a una evaluación por parte de estos profesionales.

Fuentes cercanas precisaron que no se les investiga por violación, sino por acoso y vejaciones que podrían haber desembocado en abusos sexuales.

Detallaron que estos abusos podrían estar produciéndose desde hace años, aunque durante todo este tiempo la víctima habría permanecido en silencio. Dada la gravedad del delito, y siempre que finalmente este se pruebe, los adolescentes podrían enfrentarse a una pena que contemple privación de libertad en un centro.

Desde la investigación también precisaron que la menor víctima es una persona de especial protección, por circunstancias que no fueron detalladas.

Aumentan los casos de acoso

Desde la Policía indicaron ayer que en la Región de Murcia se ha producido un notable incremento de casos de acoso escolar y vejaciones cometidas por menores.

Cuando se detecta un caso de problemas en el aula, siempre que se trate de un centro público, se ha de activar el protocolo que está en marcha desde 2006, amparado por la consejería de Educación que actualmente dirige Mª Isabel Sánchez-Mora.

Este protocolo, no obstante, no ha de activarse cuando se dé un caso aislado: entra en escena cuando se trata de un acoso repetitivo. El fin del protocolo es que el acoso llegue a mayores.

Una vez que el caso llega a Policía, se pone en manos del antiguo Grupo de Menores (Grume), ahora denominado UFAM Menores, en referencia a Unidad de Familia. Actualmente, trabajan en esta unidad 14 personas, bajo la dirección del inspector jefe Alejandro Cruz.