­Francisco Chacón es uno de los profesores veteranos de la Universidad de Murcia, aunque conserva el entusiasmo por su profesión como si de un recién licenciado se tratase, o más. A su juicio, «la Historia, tanto pasada como actual, ayuda a comprender las contradicciones de la sociedad».

¿Gusta Historia especialmente a los alumnos de hoy en día?

En líneas generales, observamos en los últimos diez años que cada vez más los alumnos están interesados por la Historia. Sin embargo, siempre hay un grupo de alumnos que entran en Historia por cuestiones de nota de corte, que están allí porque no los han admitido en otras carreras Pero, en líneas generales, sí hay un mayor interés por la Historia en la Región.

¿A qué lo achaca?

Yo creo que probablemente se debe a que cada vez más la sociedad, en épocas de incertidumbre, como esta en la que estamos, tiene una inquietud. Actualmente, no hay una sociedad que cumpla con los cánones fijos y las normas. Eso hace que la gente se quede muy inquieta y se pregunte por qué. La Historia, tanto pasada como actual, ayuda a comprender las contradicciones de la sociedad actual.

¿Tiene la gente joven de ahora más interés por lo que pasa que el que podían tener generaciones anteriores?

Sí. Yo estoy en contacto permanente con gente de 18 y veintipocos años y hay muchos tópicos. El tópico de que al joven no le gusta estudiar y sólo se divierte. Se divierte como nos divertimos las personas mayores. El joven, aunque esté muy limitado en la sociedad por cuestiones económicas, se pregunta por qué están pasando cosas: por qué no tiene trabajo, por ejemplo. Y luego está la segunda vertiente, que es la cultural. Lo que llamamos Cultura en mayúsculas, aunque este Gobierno no la haya considerado en absoluto.

Pero la sociedad sí.

La sociedad es consciente. Por ejemplo, de su patrimonio cultural. La actividad cultural, la teatral, el leer un libro, forma parte del ser humano. Es formativo. Y el joven se da cuenta de ello. Es consciente de que, a mayor formación, tendrá más posibilidad de encontrar un trabajo. Eso hace que el joven sienta que la Historia es importante en su vida, para ser un ciudadano crítico. La gente tiene ansiedad y ganas de conocer.