«Tenemos muchas ideas en la cabeza que hacer, pero dentro del ámbito social. Somos abogados solidarios y queremos ayudar en muchos ámbitos». Así se expresa el letrado Joaquín Sánchez, presidente de la Asociación Abogados de Murcia, un colectivo creado el pasado mes de febrero y que agrupa ya a unas 50 personas.

«Algunos colegios profesionales permanecen en el anquilosamiento del siglo XIX, y nosotros apostamos por la abogacía 3.0, detalla Sánchez, que, no obstante, deja claro que todos los abogados que integran la nueva agrupación están colegiados. «No estamos en contra de los colegios», asegura.

«El decano de Murcia (Francisco Martínez -Escribano) conoce perfectamente nuestra existencia y no ha puesto ninguna pega ni la va a poner», señala Joaquín Sánchez, al tiempo que admite que es posible que, entre los compañeros, alguno les mire «con recelo». La nueva asociación, a juicio de su presidente, cubre necesidades que no habían sido contempladas. «El Colegio de Murcia no tiene sección de derechos humanos ni sección pro bono», dijo, como ejemplo.

Pro bono, indican desde la asociación, «es la forma abreviada de la voz latina pro bono publico, que significa a favor del bien público». «Este término se emplea en el ámbito jurídico para referirse a los servicios que prestan los abogados de forma gratuita a personas que los necesitan y que de otra manera no podrían ver defendidos sus intereses», remarcan.

En este sentido, Joaquín Sánchez destaca la importancia de que «grupos de abogados puedan realizar una actividad de asesoramiento a entidades del tercer sector», como son las organizaciones no gubernamentales. Un asesoramiento que llevarían a cabo «totalmente gratis».

«Están los Médicos Sin Fronteras, pero no están los Abogados sin Fronteras», indica Sánchez, a lo que añade que «el cuerpo humano es el mismo siempre, pero la ley no», sino que varía en función del territorio en el que se esté.

El presidente de la Asociación Abogados de Murcia precisa que «hay organizaciones que necesitan asistencia jurídica y no tienen medios». Aclara que el servicio que ellos ofertan a estas asociaciones «no es turno de oficio, es una cosa diferente». La idea, «promover la función del abogado implicado en la función social», dice Sánchez.

«El pro bono legal no tiene nada que ver con el turno de oficio, que paga el Estado», subraya.

Preguntado por cuántas causas lleva la asociación ahora mismo, el abogado explica que están «contactando con distintas fundaciones a nivel nacional» para ver si necesitan sus servicios. Entre las asociaciones que se beneficiarían están plataformas contra los desahucios o Amnistía Internacional, colectivos que «requieren de una especialización con informes y asesoramientos jurídicos», comenta Joaquín Sánchez.

«Que lo jurídico se pueda ver de una manera distinta» y «participar en una sociedad más justa donde se inculquen valores donde prevalezca la justicia social» es el fin de una asociación que tiene como vicepresidente a Bartolomé Lozano Pato, como secretaria a Consuelo Hernández García y como tesorero a José Javier Martínez. Su despacho está ubicado en la Gran Vía, Murcia.