La psicología de Murcia está de luto. El 11 de marzo fallecía Jesús Gómez Amor, dejando huérfana a la profesión de su sabiduría, de su profesionalidad, pero sobre todo de su humanidad. Hemos perdido a un gran amigo y a una extraordinaria persona, sólo hacía falta pasarse por el tanatorio para ver a cuánta gente ha querido y cuantos lo vamos a echar de menos.

Jesús ha sido el presidente de la Junta de Garantías del Colegio Oficial de Psicólogos de Murcia desde que se creó esta institución en 2003. Ha sido para la entidad colegial un lujo tenerle al frente de este órgano colegiado encargado de resolver los recursos contra las resoluciones de los Órganos de Gobierno del Colegio. Nos daba siempre lecciones de su gran humanidad y cercanía con todos los colectivos y personas, y en el Colegio de Psicólogos siempre nos insistía que a todos y cada uno de los colegiados hay que escucharlos.

Ha sido un colegiado incondicional siempre abanderando la defensa del Colegio y de la profesión, aportando grandes ideas desde una posición siempre humilde a pesar de ocupar puestos de altísima responsabilidad. Fue el Primer Director de la Escuela de Práctica Psicológica de Murcia (desde 1995 a 1999), tras aunar su esfuerzo desde la Facultad de Psicología con el del Colegio de Psicólogos de Murcia para su creación, poniendo en marcha con su buen hacer en la gestión los primeros títulos propios de especialista y máster que ofertó, siendo una experiencia pionera en España, que se ha consolidado en el tiempo.

Ha trabajado con ahínco en la necesaria labor conjunta de todas las fuerzas que constituyen la Psicología, repetía incansable que el Colegio profesional y la Facultad debían ir siempre de la mano, que teníamos que formar un Equipo, por lo que se esforzó en que se firmasen convenios de colaboración institucional, y ensalzaba tanto a compañeros como a alumnos la importancia de la colegiación.

Fue decano de la Facultad de Psicología de la UMU durante 12 años, trabajando infatigablemente para que la psicología de Murcia alcanzase la excelencia formativa, siempre trabajando en equipo buscando el consenso en el que todos los miembros de la comunidad universitaria se sentían satisfechos. Durante su mandato se construyó e inauguró el edificio de la Facultad de Psicología de la UMU, se diseñó el Plan de Estudios y se aprobó el nuevo título de Grado y los másteres oficiales, adscribiéndose el título a la rama de ciencias de la Salud de la Universidad de Murcia, suponiendo sin duda la consolidación de estos estudios en nuestra Región.

Presidió la Conferencia de Decanos de las Facultades de Psicología de España, y gracias a su visión integradora estrechó los lazos entre la parte académica y profesional de la psicología trabajando codo con codo con el Consejo de la Psicología, alcanzándose en ese periodo la regulación de la que hoy disfruta nuestra profesión en el ámbito sanitario.

Muchos son los alumnos a los que ha formado en psicobiología, que han admirado su sabiduría y su trasmisión pedagógica y que hoy le lloran. Cuántas horas de laboratorio, de investigación y de docencia, cuánto tiempo ha regalado a la formación de tantas generaciones de psicólogos murcianos. Sus alumnos han tenido el honor de tenerlo no sólo como profesor, sino como referente en actitud y talante, facilitando siempre la labor a la delegación de alumnos. Parte de su gran legado es el contagio de su pasión y lucha por la profesión a miles de estudiantes, no habiendo un solo alumno que no agradezca y alabe su cercanía y profesionalidad.

La defensa de los intereses de la psicología presidió su larga trayectoria, respondiendo con una gran entrega y generosidad a las demandas de nuestra profesión, por lo que el Colegio de Psicólogos de la Región de Murcia le reconoció su labor con el distintivo de Miembro de Honor en el año 2011, y fue premiado igualmente su trabajo por el Consejo General de la Psicología por el esfuerzo y trabajo realizado en pro de la obtención del reconocimiento y regulación sanitaria de la Psicología. Los alumnos también le reconocieron su labor otorgándole un premio el Colectivo de Estudiantes de Psicología de España (CEP-PIE), que recibió en Granada en 2009 con un salón de actos abarrotado de tantos y tantos alumnos que han tenido la inmensa fortuna de recibir sus enseñanzas, precisamente reconociéndole su contribución a la enseñanza de la Psicología.

Todos los cargos y responsabilidades en los que estuvo al frente fueron desempeñados con un altísimo compromiso, siendo los resultados de su gestión extraordinaria, pero sobre todo fueron desempeñados desde su proyección por el bien común, alejándose del reconocimiento personal dando extraordinarias lecciones de humildad.

Los que hemos tenido el privilegio de contar con su amistad hemos podido disfrutar de su generosidad y entrega, su pasión y entusiasmo. Todos los psicólogos de Murcia quedamos con su pérdida huérfanos profesionalmente, pero sus amigos perdemos la cercanía incondicional, sabia y discreta que regalaba minuto a minuto.

Tenemos que agradecer la generosidad de su familia, de su mujer Mª José y de sus hijos María y Jesús porque la psicología les ha robado el tiempo que ha dedicado a los demás, a todos los proyectos y retos que desde todos los ámbitos se le solicitaba. A nada decía que no, su compromiso en el bien común impregnaba su esencia. Ha sido un buen hombre, equilibrado, sereno y presente siempre.

Ha sido tan grande tu generosidad que siempre estaremos en deuda contigo Jesús, dónde estés recibe esta pequeña muestra de agradecimiento por todo lo que nos has dado. Somos unos privilegiados todos los que hemos tenido el honor de conocerte.

Nos unimos al dolor de su familia y de toda la familia de la Psicología murciana.