Los últimos 365 días han sido intensos en la vida de Mario Gómez Figal. De dar el salto a la primera línea de la política murciana a superar una enfermedad. Ahora ha sido nombrado delegado territorial de Ciudadanos en la Región, el auténtico hombre fuerte, aunque compartirá la dirección con otras dos personas. Asegura que el partido va como una moto en la Región, donde cada día hay afiliados nuevos, y niega tensiones con el portavoz en la Asamblea, Miguel Sánchez.

¿Qué es ahora mismo Ciudadanos en la Región de Murcia y qué pretende ser en el futuro?

Ciudadanos es ahora mismo la alternativa y será en el futuro el Gobierno de la Región de Murcia y de muchos municipios. Tendremos unos 1.600 afiliados, 31 agrupaciones, 64 concejales, 4 diputados, 14 pedáneos y 56 vocales, solo en Murcia. El objetivo es terminar el año con agrupaciones en los 45 municipios.

¿Qué misión le ha encargado Albert Rivera para el nuevo cargo interno que ocupa?

No he hablado con Albert Rivera, porque está centrado en los pactos de Gobierno, pero sí hablé con Oriol [Burgués, del aparato nacional de Ciudadanos] para comunicarme que ya podía realizar de forma oficial lo que hasta este momento estaba haciendo de forma oficiosa. Yo ya estaba haciendo trabajos de organización, a través de Emilio Argüeso, que era el delegado de Valencia y Murcia. Tampoco ha sido una sorpresa.

¿Por qué se tarda tanto en constituir la estructura regional de Ciudadanos?

Porque ha sido un año de elecciones, internas y externas. Hemos estado todo el año estructurando el partido y creciendo. Cuando no era la constitución de una agrupación, venían las primarias para elegir candidatos, y si no las elecciones municipales y autonómicas, y si no las generales. Nosotros somos un partido nuevo y absolutamente democrático. Todos nuestros cargos se eligen democráticamente por los afiliados, sin necesidad de avales. Ya me gustaría que otros partidos hicieran lo mismo que nosotros.

Pero a usted lo han designado delegado territorial de forma directa, sin votaciones...

Pero estamos hablando de un puesto de confianza del partido, para dirigir orgánicamente el funcionamiento interno.

A C's lo dirigirá un triunvirato, con un coordinador, un delegado territorial y un coordinador regional. ¿No habrá fricciones con tres cabezas visibles?

Será una nueva manera de funcionar, más operativa y funcional. El coordinador se encargará de coordinar la política de todas las agrupaciones municipales, el portavoz será el encargado de transmitir la acción política del partido a nivel regional y el delegado territorial tendrá la misión de supervisar todo el trabajo que se haga, a nivel interno y externo. No puede haber fricciones porque las competencias están claramente delimitadas.

¿Cómo se lleva usted con el portavoz de la Asamblea, Miguel Sánchez? ¿Hay diferencias?

Tenemos una amistad de muchos años. Las alegrías y los sufrimientos de este último año los hemos vivido juntos. Nos hemos apoyado mucho. Y nos hemos divertido mucho. Está haciendo una labor increíble en la Asamblea, junto con los otros tres diputados. Este es un partido unido, cohesionado y con un proyecto único. Vamos a trabajar juntos mientras nos lo permita el cuerpo, la familia y los afiliados.

Denuncian ustedes que el PP no cumple el pacto que firmaron porque mantiene a los imputados. Pero tampoco hacen nada...

Les estamos dando un tiempo para que se lo piensen. Nosotros estamos analizando todas las casuísticas y, más pronto que tarde, C's empezará a actuar.

¿Eso significa que habrá mociones de censura en la Asamblea y los ayuntamientos?

La moción de censura es una de las posibles acciones a realizar, pero siempre estaría en el último lugar. Se puede ir el número uno si está imputado y entrar el número dos, o el tres. Nosotros solo exigimos que, si hay un imputado, salga de la acción política y entre el siguiente. En definitiva, que se regenere la clase política.

¿Van a poner en marcha alguna campaña para aumentar la afiliación?

No hace falta. Ciudadanos en sí, por su manera de hacer política, llama a la afiliación. En Murcia ciudad, por ejemplo, cada día nos vienen una y dos personas con el deseo de afiliarse. Estamos construyendo un partido sólido, competente, con una capacidad humana increíble, con muchas ganas de trabajar.

Les vienen también arrepentidos de otros partidos...

No le pedimos a nadie el carné roto de otro partido. Solo queremos personas honradas que vengan a construir. Somos un partido abierto, democrático, somos el partido de la ciudadanía, como nuestro propio nombre indica. Todo aquel que venga a trabajar por y para los ciudadanos, y que quiera regenerar la vida pública, tiene nuestras puertas abiertas. Lo que sí es cierto es que tenemos un periodo de seis meses para revisar las afiliaciones, con mecanismos para detectar si el que viene lo hace para trabajar o si por el contrario viene a medrar.

¿Tienen algún caso de afiliaciones rechazadas?

Ustedes en LA OPINIÓN publicaron el caso de un ex concejal del Partido Popular de Murcia al que se le revocó la afiliación [no lo cita, pero se refiere a José Ros].

¿Creen que les perjudicará el acuerdo con el PSOE entre su electorado de derechas?

Al contrario. La gente lo que quiere es cambio, que se alcancen acuerdos en beneficio de los ciudadanos. La gente no entiende ya de derechas e izquierdas, sino de políticas buenas y malas. No nos va a influir. La prueba está en las pedanías de Murcia. Gobernamos en algunas con el apoyo de PSOE, Ahora Murcia y Cambiemos Murcia. Eso no nos penalizó en las elecciones generales, sino que crecimos en votos. ¿Por qué? Porque la gente valora nuestra capacidad de diálogo.