El último coche en entrar en Zarzuela no ha sido un fastuoso deportivo ni tampoco un vehículo pesado: la última adquisición de Felipe VI fue un coche eléctrico. Y, además, fabricado en la Región de Murcia.

El rey decidió el año pasado hacerse con un vehículo de la marca Comarth Engineering, con sede en Beniaján, y por el que pagó un total de 20.538 euros. Así se desgrana de la lista de gastos contratados de la Casa Real durante el pasado 2015, según desveló el portal de la revista autopista.es.

Comarth lleva años fabricando ciclomotores ligeros y eléctricos, con una velocidad máxima limitada a 50 km/h. Según añade la revista, «ni el fabricante ni la Casa Real confirmaron cuál es el modelo. Pero el precio da una pista del que podría tratarse: una unidad de Cross Rider o CR Sport».