Desde que empezó la crisis y fue preciso recortar el gasto las consejerías han reducido sus plantillas en unas 5.000 personas. Los primeros trabajadores que salieron de la nómina de la Comunidad eran interinos, en su mayor parte de las consejerías de Educación y de Sanidad, que fueron despedidos entre 2011 y 2012, cuando se aplicaron los mayores ajustes. A partir de entonces se ha ido produciendo un goteo de bajas provocadas por las jubilaciones, dado que una de las condiciones estipuladas en el plan aprobado por el Gobierno fue la jubilación obligatoria a partir de los 65 años, salvo excepciones muy concretas, lo que provocó la marcha de un elevado número de profesionales de la sanidad. Según los últimos datos del Departamento de Cristóbal Montoro, la Comunidad tiene unos 48.500 funcionarios.