Los regantes del Trasvase Tajo-Segura han logrado que el ministerio de Agricultura desbloquee la concesión de 30 hm3 de agua de la cuenca que venían reclamando hace semanas a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para paliar los efectos de la sequía en la cabecera del Tajo.

El acuerdo implica que el agua se devolverá con agua, en lugar de con dinero, como hasta ahora se había previsto. El regadío tradicional de la cuenca no quiere dinero para obras hidráulicas, sino recursos con los que atender sus plantaciones.

La reunión, «muy tensa» y con tintes de «batalla», duró más de dos horas y se celebró ayer en la sede del Ministerio. Estuvo presidida por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, y la directora general del Agua, Liana Ardiles, y acudió también el presidente de la CHS, Miguel Ángel Ródenas.

Por parte de los regantes participaron representantes del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), de la Junta Central de Usuarios Regantes de la Cuenca del Segura (Jucers) y de la Vega Baja alicantina.

Todos pudieron hablar y exponer sus argumentos, y finalmente el Ministerio optó por una decisión salomónica, en la que cada parte obtuvo lo que quería.

El Ministerio enviará hoy o el lunes al Boletín Oficial del Estado (BOE) la propuesta para que se inicie el expediente. A partir de su publicación, la administración tiene diez días para recibir las alegaciones pertinentes y, a renglón seguido, se procederá a la resolución final. En total, los trámites pueden durar un mes.

El presidente del Scrats, José Manuel Claver, explicó que ese agua les permitirá ir aguantando, si bien apuntó que «son migajas». Comentó que se habían comprometido a devolver esos 30 hm3 a la cuenca «cuando la cabecera del Tajo se sitúe en el nivel 4 durante cinco o seisvmeses», es decir, cuando se acabe la sequía y los envíos se normalicen. En ese momento los regantes del Trasvase recibirán, por ley, 38 hm3 de agua al mes.

Tanto Claver como el presidente de Jucers, Isidoro Ruiz, coincidieron en afirmar que este asunto no tenía que haber llegado a Madrid. «Con un poco de agilidad por parte de la CHS se podría haber solucionado en el seno de la cuenca, e incluso se podría haber adoptado la misma solución», dijo Claver.

Ruiz apuntó: «La tensión se ha superado con sentido común, pero me molesta la imagen que hemos dado fuera de la cuenca». Añadió que «yo llevo vividas nueve sequías en el Segura y siempre hemos solucionado los problemas entre nosotros; ha habido una falta de valentía por parte del presidente de la CHS».

En la reunión también se acordó que se tomarán «todas las medidas necesarias» para que no le falte agua a los regadíos tradicionales de la cuenca. Isidoro Ruiz, además, pidió un aval bancario que garantice que la cuenca recibirá dinero en el caso de que en un tiempo determinado no se les devuelva ese agua.