El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas, hizo ayer un llamamiento a que «no se pierdan los nervios» y a llegar a acercar posturas «ya que la cuenca del Segura se encuentra en unas condiciones muy estresadas y se enfrenta a una sequía muy severa».

Ródenas hizo estas declaraciones minutos antes de reunirse con una delegación de la Mesa del Agua de la Región y de representantes del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, quienes le reclaman disponer en breve plazo de 30 hm3 de la cuenca para regar las tierras del Trasvase Tajo-Segura.

El presidente de la CHS aseguró sentirse «totalmente respaldado» por el ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, al tiempo que destacó que la conexión con el Gobierno regional es «muy grande».

Tras asegurar que no ha recibido ninguna señal por parte del Gobierno central que muestren que está en desacuerdo con lo que está haciendo, tachó de «injustas» las críticas de los regantes por la no autorización de la cesión de esos 30 hm3. Afirmó que «hay mucho trabajo que no se ve», aunque expresó el respeto al derecho de cada uno «de pedir lo que sea conveniente».

Y es que aseguró que «no todo el mundo está de acuerdo con esta medida», ya que de las tres vegas del Segura, dos de ellas, la Vega Baja y la Vega Media, han manifestado su «disconformidad» con esta medida puesto que creen que no llegarán a terminar el año hidrológico «en buenas condiciones».

En la Confederación, comentó «estamos haciendo un esfuerzo muy grande en todo el año hidrológico pasado», y tras recordar el déficit estructural que padece la cuenca, lamentó que «cuando se atraviesa un periodo de sequía esta problemática se agudice y se lleva a niveles extremos».

«El problema se va agravando y estamos haciendo todo lo posible», señaló y recordó Recordó que sobre la mesa hay 40 hectómetros cúbicos de agua «para utilizarla de forma inmediata», entre los 25 del sinclinal de Calasparra, así como 15 del acuífero del Molar, sólo pendiente de autorización ambiental.

Al mismo tiempo Ródenas subrayó que esto ha pasado otras veces en la cuenca del Segura, «episodios donde la tensión ha sido muy grande», e insistió en la necesidad de llegar a un acuerdo.

«Hay que poner todas las soluciones, de hecho ahora estamos trabajando por la tubería de Lorca, que se encuentra prácticamente terminada y permitirá inyectar un volumen importante de agua desalada», además de la solución que pueda aportar la desaladora de Escombreras, porque «las sequías se combaten con agua».

Sometido a un 'escrache'

Por su parte, el Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela, que se opone a la cesión del agua al Trasvase, calificó ayer en su página web de «intolerable» la presión a la que los regantes murcianos someten a Ródenas.

«El regadío tradicional de la Vega Baja está indignado con la intolerable presión sobre el presidente de la CHS para que cometa una ilegalidad y le quite el agua de la cuenca a sus legítimos usuarios para entregársela al Trasvase», afirman.

Los alicantinos recuerdan que durante la última Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica ya se advirtió que aprobar esas medidas «podría suponer prevaricación administrativa y medioambiental». Im extremo del que, dicen fueron informados en esa reunión tanto por el Juzgado de Aguas de Orihuela, en representación de las comunidades de regantes tradicionales de la Vega Baja, como por la Generalitat Valenciana.