Mariano Rajoy se siente como en casa cuando visita la Región de Murcia, donde ayer recibió el respaldo y el cariño de su partido durante la reunión de la Junta Directiva Regional del PP, el máximo órgano de la formación entre congresos, donde están representados la práctica totalidad de cargos públicos estatales, regionales y municipales populares.

Quizás por eso el presidente del Gobierno en funciones se vino arriba y ofreció un discurso contundente, reivindicando la victoria en las urnas del PP y su derecho a formar Gobierno. Pese a su renuncia a la investidura tras la primera propuesta del rey Felipe VI -justificó que haber ido al Congreso sin apoyos hubiera sido «engañar a los españoles»-, Rajoy dejó claro que no ha tirado la toalla y que el Partido Popular (no especificó si será él) lo intentará en el caso de que el socialista Pedro Sánchez, que tiene ahora el encargo del monarca para configurar el Ejecutivo, no consiga los votos suficientes para ser investido presidente del Gobierno.

El líder del PP se refirió a la corrupción, «que nos ha hecho mucho daño», tras una semana en la que la sede de Génova 13 fue registrada. Valoró, no obstante, que en esta legislatura se han aprobado medidas para combatir la corrupción y que jueces, fiscales «y la Guardia Civil» han trabajado con total libertad, «a diferencia de lo que podía pasar antes». Precisamente ayer pudo ver Mariano Rajoy cómo los medios murcianos informaban de un nuevo caso de supuesta corrupción, con la citación a declarar ante el juez del alcalde y cinco concejales del PP de Los Alcázares.

«O nosotros o Podemos»

Para el jefe del Ejecutivo en funciones solo hay dos posibilidades para España. Un Ejecutivo liderado por el PP y apoyado por PSOE y Ciudadanos, «o un Gobierno de Podemos presidido por Pedro Sánchez y apoyado por los independentistas», lo cual considera «un torpedo en la línea de flotación de la economía española, de la creación de empleo y la Constitución española». Insistió en que Sánchez solo podrá superar la investidura con el apoyo o la abstención de los nacionalistas catalanes. «Y si gobierna con ellos, malo, muy malo para España». Advirtió que el PP, en el caso de que esta opción fructificara, «presentaría batalla democrática».

Rajoy instó a Sánchez, con el que mantuvo ayer un frío encuentro, a que deje de «marear la perdiz» y diga ya lo que va a hacer. Aseguró que desde el día siguiente a las elecciones planteó la opción de un Gobierno con el PSOE y Ciudadanos, presidido por él, «porque los españoles no votaron cambio, sino diálogo». Ve coincidencias con estos dos partidos «en la defensa de la unidad nacional, la soberanía nacional, la política exterior, la lucha contra el terrorismo y la igualdad entre los españoles» y alertó de los riesgos que tendría para la economía, que según él ha remontado el vuelo en estos cuatro años, «volver a las andadas» y tomar decisiones como derogar la reforma laboral.

Marcó cinco objetivos para los próximos años, que serán «la creación de empleo, el mantenimiento del estado del bienestar, la defensa de la unidad de España, la lucha contra el terrorismo y la lucha contra la corrupción». Según el presidente del PP esta alianza con PSOE y C's no ha sido posible porque «hasta ayer (por el viernes) Pedro Sánchez se ha negado a hablar conmigo», reprochando que incluso, pese a las diferencias insalvables, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, mostró más voluntad de diálogo que el secretario general socialista. Sobre la entrevista del viernes con Pedro Sánchez, reveló que ni siquiera le pidió el apoyo para la investidura.

«Buen resultado en Murcia»

El presidente en funciones felicitó al PP regional por el resultado obtenido el pasado 20 de diciembre, destacando que «tenemos tantos escaños (5) como los demás partidos juntos (2 el PSOE, 2 Ciudadanos y uno Podemos)». Precisamente en el hotel Nelva, donde se celebró la reunión de la Junta Directiva, estaban, además de Pedro Antonio Sánchez y Ramón Luis Valcárcel, los miembros de la candidatura popular el 20D, como Teodoro García, portavoz adjunto en el Congreso, Juan María Vázquez, Isabel Borrego y Ascensión Carreño, entre otros.

Mariano Rajoy, que llegó acompañado por Fernando Martínez Maíllo, del aparato de Génova 13, reivindicó su gestión en estos años, «en los que aunque hemos hecho cosas mal, que rectificaremos, hemos enderezado el rumbo de la economía». Advirtió de que se vuelve a hablar de problemas económicos en Europa, por lo que España necesita un Gobierno, y lo necesita ya. «Tengan la certeza de que este partido es independiente, que no se debe más que a los españoles y que va a dar la batalla democrática en defensa de su victoria en las elecciones. Seguimos aquí», concluyó.