Los aspirantes que ayer hacían cola en las escaleras del hotel NH de Murcia para ser entrevistados por los seleccionadores no llegaban de vacío. Antes de inscribirse en el proceso de selección han tenido que formarse durante meses y han aprendido cómo enfrentarse al pasaje de un avión y cómo resolver las situaciones que pueden planteárseles en el aire. A pesar de los nervios y del elevado número de aspirantes que competían, tienen claro que les gusta volar y están decididos a hacer lo necesario para dedicarse al trabajo para el que se han preparado. Las chicas son mayoría, aunque también hay una proporción de chicos entre los candidatos.

Su propia indumentaria delataba hasta qué punto han sido capaces de interiorizar las enseñanzas que han recibido a lo largo de los meses de formación. Casi todos vestían de negro riguroso con traje sastre y camisa blanca. Ellas, con el pelo recogido en una coleta tirante o un discreto moño; ellos, con un corte reciente.

Varias aspirantes explicaron que la mayoría ha seguido las indicaciones que reciben en el curso de formación de azafatas y que solo algunos se saltaron. La preparación dura unos seis meses y el curso sale por unos 6.000 euros en las academias privadas que imparaten este tipo de enseñanzas.

Quienes superen la entrevista personal y las pruebas psicotécnicas podrán realizar un curso específico de mes y medio en el que recibirán la formación con la que conseguirán el certificado de vuelo que les permitirá trabajar en la compañía.