Aunque están en edad de jubilación, aguantan todo lo que pueden antes de retirarse definitivamente de su profesión: la agricultura. De hecho, en torno a un tercio de los agricultores que reciben ayudas europeas de la PAC deberían estar disfrutando de su tiempo libre al 100 por cien.

En la Región, casi 14.000 agricultores han solicitado subvenciones europeas enmarcadas en la Política Agraria Común, por lo que alrededor de 4.600 deberían haber colgado ya la azada, según calcula la organización agraria Coag teniendo en cuenta los más de 13.800 expedientes recibidos en la consejería de Agricultura. Es un porcentaje que se da, de media, también a nivel nacional.

«La gente aguanta al máximo porque, entre otras cosas, la pensión de jubilación que reciben es de las más bajas, con apenas 600 euros al mes», explica el secretario de organización de Coag, Francisco Gil. A ello, también se añade el hecho de que muchos estén esperando a poder ceder el testigo, pero tampoco las subvenciones a la incorporación de jóvenes al este sector ayudan.

El resultado es un campo cada vez más envejecido

«Hace tiempo que las organizaciones agrarias estamos reclamando a Europa una reforma en profundidad de la PAC, que la acerque más a la realidad de la agricultura», defendió Gil, añadiendo que sólo se ha puesto «un parche tras otro» en los sucesivos documentos aprobados.

Coag considera que actualmente ni el joven que se incorpora puede hacerlo dignamente, ni el agricultor que deja de cultivar puede marcharse y vivir con dignidad.

Para ello, en Bruselas «deberían coger el toro por los cuernos y no sólo debatir sobre el reparto del dinero, que por cierto, son muchos miles de millones de euros al año y que pagamos todos», subrayó el dirigente agrario.

Sólo en la Región, los pagos directos a las explotaciones agrarias por hectárea cultivada ascenderán este año a unos 70 millones de euros, según las cifras que maneja la consejería de Agricultura.

Cambio en las reglas del juego

Una de las reformas defendidas desde Coag plantea que el reparto de las subvenciones estén vinculadas a la generación de empleo y al autoempleo, pero hasta ahora, no han tenido éxito.

«De haberlo logrado hubieran entrado todos los que producen frutas y hortalizas, que es el sector que mayor número de trabajadores por cuenta ajena y peonadas genera» y que actualmente está fuera de la PAC, argumentó Gil. De hecho, en la Región hay 75.000 trabajadores por cuenta ajena en los campos hortofrutícolas, de los cuales unos 50.000 trabajan todo el año.

Pese a todo, dejó claro que los ingresos de los agricultores murcianos son los que menos dependen a nivel nacional de las ayudas europeas, apenas un 8%.

«En la Unión Europea hay una enorme falta de defensa del agricultor activo», insistió el secretario de organización de Coag.

Las organizaciones agrarias tienen claro que 2020, año en el que tienen que entrar en vigor otra PAC, va a ser clave en cuanto a las posturas que tienen de la agricultura los países del norte y los del sur de la Unión Europea.

«Mientras tanto, deberíamos lograr que se produzca un gran debate en el que se logre, finalmente, una revalorización de esta profesión», concluyó Gil.