­La autora de la tesis sobre las repercusiones que la contaminación ambiental tiene en el leche materna, Sandra Jiménez, explicó ayer que la lactancia materna «es el alimento ideal para el niño y ejerce un efecto protector hacia el menor incluso en aquellas situaciones de elevadas concentraciones de sustancias tóxicas en la leche» de las madres.

Jiménez, que centró su estudio en zonas de la comarca de Cartagena afectadas por contaminación industrial y agrícola, añadió que «los altos niveles de ciertos contaminantes en leche son un reflejo de la contaminación ambiental y no un problema exclusivo de los niños amamantados», por lo que «promover y defender la lactancia materna es responsabilidad del conjunto de la sociedad y poder maximizar sus beneficios supone minimizar la exposición de la madre y del recién nacido a los distintos contaminantes».