Va a agotar todas las posibilidades para ser presidente del Gobierno y ya comienza a desgranar su programa político. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, realizó ayer un viaje relámpago a Murcia para avanzar, aprovechando una reunión con trabajadores de empresas murcianas afectados por la reforma laboral (Juver, Ingesan, Halcón, Expal, Conservas Fernández, Mivisa, Ayuda a Domicilio Murcia y Auxiliar Conservera), detalles del nuevo Estatuto de los Trabajadores que quiere impulsar desde el Gobierno de España.

Tal y como se comprometió en el mitin central de la pasada campaña del 20D, el líder socialista volvió a la Región para mantener un encuentro con los trabajadores de Juver, a los que se sumaron otros también afectados por regulaciones de empleo, que tuvo lugar en el centro multiusos de Cabezo de Torres, en un espacio muy limitado. «¡Pedro, con Rajoy ni locos!», le espetó a su llegada uno de los asistentes. Durante su intervención en el acto, Sánchez dejó claro que no tiene intención de aceptar esa gran coalición con el PP que se reclama desde algunos sectores. «No es no», reiteró.

En cambio, sí está dispuesto el secretario general socialista a explorar todas las vías posibles para que «pronto» se forme «un Gobierno progresista y reformista» con el resto de fuerzas de izquierdas del arco parlamentario.

La primera reforma que llevaría a cabo ese Gobierno progresista al que apela Pedro Sánchez sería la derogación de la reforma laboral de 2012 -«que no crea empleo sino pobreza»- y aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores que lucharía contra la precariedad estableciendo tres tipos de contratos (fijos, temporales y de formación) y acabando con la figura de los falsos autónomos.

Para Pedro Sánchez, es fundamental que la nueva legislación laboral recupere la negociación colectiva, por lo que promoverá una Ley de Participación Institucional en el que tendrán mucho que decir los sindicatos (en el acto estaban miembros de CC OO y de UGT, entre ellos su secretario regional, Antonio Jiménez).

El objetivo del PSOE es, según su líder, reducir la tasa de temporalidad del 30% actual al 15%, así como elevar el Salario Mínimo Interprofesional hasta los mil euros en un plazo de ocho años. Una ley para acabar con la desigualdad salarial entre hombres y mujeres y conseguir que los empleados de las empresas subcontratadas tengan condiciones dignas fueron otros de los compromisos de Pedro Sánchez, quien abogó también por crear «nuevos derechos» para los trabajadores como el derecho a la propiedad intelectual y la libertad religiosa.

«El PSOE va a cumplir el mandato de cambio de la sociedad española», afirmó el secretario general, quien participó luego en una asamblea con los trabajadores asistentes y que, al diferencia del pasado domingo en Cantabria, no se sometió a las preguntas de los medios de comunicación regionales.