Un estudio del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha detectado al menos 25 especies diferentes de tiburones, rayas y quimeras, en fondos de 40 a 800 metros de profundidad del Mediterráneo occidental, especies altamente vulnerables al impacto de la pesca de arrastre.

Investigadores de los centros oceanográficos de Baleares, Murcia y Málaga de IEO y de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) han publicado un trabajo en el que analizan la diversidad, abundancia y parámetros biológicos de las comunidades de quimeras, rayas y tiburones en fondos de la costa peninsular mediterránea y las Islas Baleares explotados por la pesca de arrastre.

Durante la campaña de investigación MEDITS de 2013, los científicos registraron un total de 25 especies de condrictios (9 tiburones, 15 rayas y una quimera), de las cuales 7 fueron comunes en toda el área analizada, 9 únicamente se hallaron en Baleares, 5 en el Mar de Alborán y solo una en la costa del nordeste de la Península Ibérica, ha informado el IEO en un comunicado.

Las especies más abundantes fueron los tiburones de tamaño mediano Scyliorhinus canicula (pintarroja), Galeus melastomus (bocanegra) y Etmopterus spinax y la raya de clavos Raja clavata. Las dos primeras representaron más del 85 % de la abundancia y biomasa de todos los condrictios hallados.

Se identificaron dos comunidades distintas, una de plataforma entre 40 y 250 metros de profundidad formada por rayas y tiburones, y otra de talud entre 300 y 800 metros de profundidad, formada por tiburones y quimeras.

Los valores más elevados de diversidad y abundancia de estas especies se han detectado en la plataforma continental de las Islas Baleares y el talud del Mar de Alborán, algo que puede estar relacionado con la menor presión de pesca de arrastre que se ejerce en estos estratos de profundidad de cada una de estas áreas.

El IEO ha recordado la preocupación creciente por el estado de conservación de los condrictios, que juegan un papel fundamental en los ecosistemas marinos y que por sus características biológicas (con tasas de reproducción bajas y crecimiento lento) son muy sensibles a impactos antrópicos, principalmente la pesca.

Conocer los patrones espaciales de diversidad y abundancia, así como su biología es fundamental para identificar áreas con alto valor, donde promover su conservación.

Según el IEO, ante la vulnerabilidad de los condríctios y la nueva Política Pesquera Común, los resultados de este estudio servirán para desarrollar planes de acción y medidas de gestión destinadas a proteger y conservar estas especies.

Uno de los autores del estudio, Serbio Ramírez, ha señalado que en el Mediterráneo occidental "el reto debe ser llegar a hacer compatible la sostenibilidad de la pesquería de arrastre de fondo con la recuperación y conservación de las quimeras, rayas y tiburones".

El estudio se ha realizado en el marco del proyecto DEMBAGOL, financiado por la Comisión Europea y el IEO, el proyecto ECLIPSAME del Ministerio de Economía y Competitividad de España y la identificación de stocks cofinanciada por la Conselleria de Innovación, Interior y Justicia del Govern y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

Las campañas se realizan anualmente desde 1994, por parte de los diferentes países europeos del Mediterráneo, y cubren gran parte de la costa septentrional de este mar. El objetivo es evaluar los ecosistemas y recursos vivos explotados por la pesca de arrastre, así como el impacto de esta actividad pesquera en el medioambiente marino.