La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un juzgado de lo penal que condenó a un conductor ebrio que alegó en su descargo que si no se sometió a la prueba de alcoholemia, no fue por oponerse a hacerla, sino porque era de madrugada «y estaba completamente agotado». Deberá pagar 1.620 euros de multa y cumplir seis meses de prisión por no hacer la prueba.