La Unión Europea quiere estar segura de que la comida que reparte entre los Bancos de Alimentos procedentes de excedentes agroalimentarios de los socios comunitarios llegan a quienes realmente lo necesitan. Por eso, desde hace varios meses exigen que tanto las asociaciones que los reparten como los beneficiados en sí estén debidamente acreditados.

Este nuevo requisito ha hecho que en la Región de Murcia, en el último año, se den de baja 25 asociaciones que colaboraban con el Banco de Alimentos del Segura en el reparto de las donaciones, y que en este mismo periodo desciendan en casi 2.000 las personas asistidas.

El presidente del Banco de Alimentos del Segura, Bonifacio Fernández Núñez, explicó que en el año 2014 colaboraban con ellos 119 entidades, mientras que en 2015 la cifra se ha reducido a 94.

«Suponemos que ha sido porque tenían que acreditar a los beneficiarios, y demostrar que realmente hacían llegar los alimentos a los necesitados», apuntó.

En el caso de las personas atendidas, en el Banco de Alimentos manejaban en 2014 un censo de 29.514, y el año pasado la lista se redujo a 27.876. «Aquí puede haberse producido un efecto rebote por la baja de las asociaciones o porque ha habido cambios en las situaciones particulares de las personas», indicó Fernández.

Hasta el año pasado, cada asociación era libre de pedir a los usuarios la documentación que creía oportuna que acreditara su situación de pobreza. No había mayores controles.

La situación cambió a principios del año pasado, tras anunciar la UE la necesidad de presentar informes sociales para el reparto de los alimentos. Bruselas dio unos meses de plazo para adaptarse a la nueva situación y desde octubre ya es obligatorio que cada familia acredite una situación de extrema necesidad para recibir comida.

Las entidades envían los informes sociales a los ayuntamientos y en cualquier momento un técnico puede personarse para inspeccionar que se cumplen los requisitos.

«Conseguimos que Europa permitiera destinar fondos para que las asociaciones contrataran a trabajadores sociales que redactaran lo que se conoce como ´volante de derivación´, con los cuales se acredita el estado de necesidad, y que, además, impide que una misma persona acuda a diferentes asociaciones para obtener ayudas», comentó el vicepresidente de la ONG, Antonio Sánchez.

«Por nuestra parte hay una transparencia absoluta del destino de los alimentos que gestionamos, de lo que entra y de lo que sale», puntualizó Bonifacio Fernández.

El Banco de Alimentos del Segura gestionará en las tres entregas de Bruselas un total de 1,2 millones de kilos de productos -enviados en julio y octubre de 2015 y en febrero de 2016-. Además, han logrado recoger en la campaña de Navidad, celebrada a finales de noviembre, 320.000 kilos de alimentos procedentes de donaciones de particulares y empresas, que distribuirán hasta junio. «Estamos muy orgullosos de la respuesta y de la generosidad del pueblo murciano», concluyó Fernández.