El Banco de Alimentos del Segura ya tiene una cámara frigorífica en la que conservar los alimentos perecederos donados, como las frutas y las hortalizas. El Gobierno regional concedió una subvención de 30.000 euros a esta ONG para la compra y adquisición de esta cámara y la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, asistió la semana pasada a la entrega del aparato.

«Necesitamos la cámara con urgencia, ya que a veces recibimos donaciones de frutas y verduras frescas y tenemos que repartirlas en un corto espacio de tiempo para que no se estropeen», explicó el vicepresidente de la organización, Antonio Sánchez.

Los alimentos que se incluyen en el reparto a las familias necesitadas son de carácter básico, poco perecederos, de fácil transporte y almacenamiento. La 'cesta de la compra' contiene aceite de oliva, pasta alimenticia, arroz, tarritos y cereales infantiles, leche de continuación en polvo, garbanzos, alubias, leche UHT, atún en conserva, tomate frito, galletas, crema de verduras deshidratada, fruta en conserva sin azúcar añadido y judías verdes en conserva.

Sin embargo, según explicó la consejera Tomás, para lograr una alimentación más completa y equilibrada hace dos años comenzaron a incluir frutas y hortalizas, que recibían procedentes del programa de excedentes alimentarios del ministerio de Agricultura. Este último año han recibido más de 200.000 kilos, «lo que conlleva la necesidad de instalar cámaras frigoríficas para su conservación».

En el Banco de Alimentos trabaja un reducido número de voluntarios (fundamentalmente personas jubiladas o prejubiladas que pueden mantener un compromiso estable), que prestan su tiempo y dedicación de manera altruista y desinteresada.

La consejera ensalzó «la extraordinaria labor que desempeñan en el mantenimiento y distribución de alimentos a las familias más necesitadas de la Región» y destacó que «muchos de ellos son personas mayores que ejercen el voluntariado, como una forma de participación social, que favorece el envejecimiento activo».