La bajada de precios del petróleo, que ha llegado a caer en la última semana por debajo de los 37 dólares por barril, ha permitido repostar gasoil por menos de un euro por litro, mientras que la gasolina se sitúa ligeramente por encima del euro. El abaratamiento de los carburantes que se inició en la segunda mitad de 2014 ha permitido a las empresas propietarias de los camiones frigoríficos que cubren las grandes rutas internacionales un ahorro de unos 93 millones de euros en los 21 meses, según los cálculos de la FROET. Su secretario general, Manuel Pérezcarro, destacó que la caída del precio del petróleo tiene una gran repercusión en la cuenta de resultados de las empresas del transporte, dado que supone una tercera parte de los costes y tiene un peso equivalente al de la nómina de un conductor.

En las estaciones de servicio de la Región es posible encontrar el gasóleo a 0,886 euros el litro esta semana, lo que supone entre 20 y 30 céntimos menos que hace un año. La gasolina de 95 puede encontrarse hasta por 1,099 euros, mientras que la de 98 ronda entre 1,189 y 1,315 euros.

La cotización del crudo de Brent llegó a superar los 126 dólares por barril en 2012, lo que contribuyó a acrecentar los efectos de la crisis y ocasionó una drástica caída del consumo. En la segunda mitad de 2014 los precios empezaron a bajar, permitiendo una rebaja que los transportistas murcianos están agradeciendo especialmente.

Las empresas dedicadas al transporte frigorífico en la Región suman unos 8.000 vehículos, cada uno de los cuales consume en torno a los 50.000 litros de combustible al año. En febrero de 2014 costaba casi 1,34 euros, antes de iniciarse la bajada del precio del petróleo, que ha ido produciéndose de forma paulatina desde principios del pasado año.

En aquel momento el carburante suponía el 38,7% de los costes de las empresas, según los datos ofrecidos por la patronal nacional del transporte. Desde entonces el peso de la factura del gasoil ha ido bajando a medida que se abarataban los precios del petróleo, hasta situarse en el 33,4% en diciembre de 2014. Aunque a lo largo de este año ha vuelto a producirse un repunte que elevó el precio de la factura del combustible por encima del 35%, en este momento vuelve a situarse en torno al 33%, lo que garantiza a los empresarios un desahogo que llega además en un momento de crecimiento de la demanda.

Sin embargo, PérezCarro considera necesario establecer una fórmula en los contratos con los exportadores que garantice a los transportistas unas tarifas capaces de cubrir los costes a pesar de las oscilaciones que puedan producirse en los precios del petróleo.

La queja de la patronal es que sus clientes aprietan las tuercas al transporte cuando baja el coste del combustible, pero se resisten a asumir la repercusión que llegan a tener las subidas del gasoil sobre las cuentas de resultados cuando los precios se disparan.

«Estamos proponiendo una cláusula para que se garantice que el precio del transporte se adecúe al precio del gasoil. De esta forma si sube o baja, se podría adaptar de forma automática. Es lo más justo, porque de esta forma el sector no se vería perjudicado», aseguró.

«Vamos creciendo, aunque no estamos como en 2007, cuando éramos ricos»

La patronal del transporte FROET reconoce que la actividad del sector está crecimiento de forma sostenida en el último año, después de haberse frenado la curva de caída de ejercicios anteriores que originaba la caída del consumo. El optimismo del secretario general de la organización, Manuel Pérez Carro, queda patente cuando asegura que la situación ha mejorado con la recuperación del consumo, dado que «el transporte es una especie de barómetro que determina las condiciones del mercado. Las crisis las notamos inmediatamente, pero ha aumentado la demanda por el tirón del consumo». No obstante, Pérezcarro dejaba claro que, pese al repunte de la actividad, «no quiere decir que estemos como en 2007, cuando éramos ricos». Añadió que el crecimiento del transporte está tirando de la matriculación de vehículos. Eso significa que la economía está tirando; si no, nadie invierte 150.000 euros en un camión y mete un chófer», afirmó.