El sindicato de Enfermería de la Región, Satse, se ha desmarcado de los representantes de los médicos y no participará en la huelga convocada para el próximo miércoles, 23 de diciembre, como protesta porque la negociación sobre la carrera profesional en el Servicio Murciano de Salud (SMS) se ha pospuesto hasta después de las elecciones del 20D.

El secretario de Acción Sindical de Satse, Luis Esparza, subrayó que para ellos todo lo que ha rodeado a la negociación «ha sido un paripé y un circo».

«Desde el principio sabíamos que no iba a llegar a buen puerto, ya que en la primera reunión de la mesa sectorial en la que se abordó, el pasado 3 de diciembre, ni siquiera estuvo presente el representante de la dirección general de Función Pública, que siempre había acudido», añadió.

Los enfermeros, además, no se suman a la huelga -convocada por el Sindicato Médico (CESM), CC OO y UGT- al tener claro que «es una pantomima con la que sólo pretenden salvar la cara ante sus afiliados, porque se ha demostrado que el acuerdo que casi se había alcanzado -desbloquear el suplemento salarial a partir del año 2017- era nefasto y no había garantías de que se cumpliera».

Satse considera que desde el principio «se notó que todo estaba pactado entre los sindicatos CESM y CC OO y la consejera de Sanidad, Encarna Guillén, y que desde la consejería de Hacienda no se había dado el visto bueno».

El Servicio Murciano de Salud convocó la Mesa Sectorial con un único punto del orden del día: 'Propuesta de acuerdo por el que se reactiva el sistema de Carrera y Promoción Profesional en el Servicio Murciano de Salud', y lo primero que a los enfermeros les llamó la atención es que dicha propuesta no se les entregó, como de costumbre, en los días previos a la convocatoria, para analizarlo previamente y poder debatirlo.

«Nosotros fuimos los únicos que llevamos una propuesta alternativa, porque estamos de acuerdo con negociar la carrera, pero con una administración estable y con garantías de que pueda cerrar un acuerdo y, sobre todo, con un presupuesto que lo respalde; además de no dejar fuera al 27% de la plantilla de personal eventual», apuntó Esparza.

CESM y CC OO «estaban presionando mucho para cerrar ese mismo día el acuerdo, y nosotros no entendíamos las prisas porque llevábamos seis años esperando».

El pacto finalmente quedó sobre la mesa, a falta de la conformidad de la Consejera, y con Satse y el SPS en contra.

El no del SPS

Por su parte, el Sindicato de Profesionales de la Sanidad (SPS) tampoco se suma a la huelga, tal y como acordó en la reunión de ayer de su comisión permanente. Argumentan, entre otras cuestiones, que nunca estuvieron de acuerdo con los términos de la negociación; ni con las prisas; ni con que se dejara fuera una revisión de las diferencias económicas existentes entre las distintas categorías profesionales.