Luis Casalins, que durante casi cuatro décadas ha sido uno de los militantes de USO más entregados a la organización, llevaba varios años luchando contra su enfermedad, pero ha dedicado su última batalla a conseguir que el Defensor del Pueblo obligara al Gobierno regional a considerar a su sindicato como uno de los más representativos de la Región.

Falleció el domingo en el hospital Morales Meseguer, a los 76 años de edad. Su familia y sus amigos lo despidieron ayer por la mañana, después de velarlo en el tanatorio de Espinardo.

Su empeño por conseguir que USO tuviera el mismo trato que UGT y CC OO no ha sido fácil. Durante años ha enviado un escrito tras otro al organismo que dirige Soledad Becerril, hasta que el pasado verano recibía la respuesta definitiva que obligaba al Gobierno a revisar los criterios aplicados hasta ahora. Solo cuando vio al sindicato en el que ha militado desde 1976 en el lugar que le corresponde se ha permitido a sí mismo darse por vencido.

Hasta entonces había trabajado sin descanso desde la Federación de Jubilados y desde la dirección regional de USO, pero siempre con una absoluta corrección, alejado de los descalificativos y del enfrentamiento.

Luis Casalins ha sido también un activo articulista de LA OPINIÓN. El sindicalista ha publicado numerosos comentarios en este diario dedicados en la mayoría de los casos a las últimas reformas de la legislación laboral.

También se preocupaba de hacernos llegar la agenda dedicada a la mujer que el sindicato editaba cada año, en la que aparecía una recopilación de textos legales sobre cuestiones como la conciliación laboral y familiar.

Nació en Murcia el 13 de octubre de 1939 y estudió Derecho. Tras conseguir la licenciatura empezó su actividad laboral en los Corredores de Comercio, que posteriormente se convertirían en notarios, lo que le permitía conocer la situación de la Región desde una perspectiva privilegiada.

Se afilió a USO en 1976 y contribuyó a la consolidación del sindicato, en el que siguió trabajando activamente incluso después de su jubilación. Sus primeros puestos de responsabilidad los ocupó en la Federación de Banca, Ahorro y Servicios.

Tras un congreso regional celebrado en 1984 fue elegido secretario general, puesto que ocupó hasta 1993. A partir de entonces pasó a ocupar la secretaría de Imagen y Relaciones Institucionales, cargo de desempeñó hasta 2001. Sin embargo, nunca ha dejado de preocuparse por la proyección exterior de USO, que ha cuidado con mimo.

En 2009 pasó a formar parte de la gestora de la Unión Regional, tras la disolución de la ejecutiva, haciéndose cargo de la Federación de Jubilados y Pensionistas de USO. En 2012, tras el último congreso, en el que volvió a la secretaría general José Sáez, se reincorporó a la dirección regional y siguió trabajando en la secretaría de Comunicación.

Su compañera María Pilar Victoria de las Heras, que ha trabajado con él en la secretaría de Comunicación durante mucho tiempo y le ha sustituido en el Consejo Social de Murcia, lo definía como la personificación de «la honestidad y la entrega». En su recuerdo señalaba que «el mejor homenaje que le podemos hacer es perpetuar los valores que ha transmitido al sindicalismo».