Los seis hectómetros cúbicos del Tajo que el ministerio de Agricultura ha decidido trasvasar para noviembre no cubren ni siquiera el consumo de la Región del mes pasado. Los 43 ayuntamientos murcianos que se abastecen con caudales de la Mancomunidad de Canales del Taibilla necesitan más de ocho hectómetros cúbicos para atender la demanda de casi un millón y medio de vecinos, a pesar de que el consumo se ha reducido considerablemente en los últimos años. En la provincia de Alicante el consumo del mes de noviembre se sitúa en unos 7,5 hectómetros cúbicos.

Entre los 79 municipios de la Región y de las provincias de Albacete y de Alicante que integran la Mancomunidad necesitan cerca de 14 hectómetros cúbicos para beber y lavarse.

El ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente autorizó a finales de noviembre con su publicación en el BOE un trasvase de seis hectómetros cúbicos a la cuenca del Segura, que se convirtió en el más escaso de la historia del Acueducto.

Se trata de un envío que, además, no sólo no llegará a la agricultura, sino que el caudal tampoco cubre las necesidades totales de abastecimiento de los 2,5 millones de personas que beben agua del Tajo a través del Taibilla, por lo que será necesario recurrir a las desaladoras, que suministran el agua ocho veces más cara que la del trasvase Tajo-Segura.

El Taibilla utiliza las desaladoras de San Pedro del Pinatar para abastecer a los municipios de la Región, que reciben los caudales tratados en el municipio costero a través del embalse de La Pedrera. Desde este pantano el agua se eleva hasta las potabilizadoras que la Mancomunidad tiene en la Sierra de la España o en Campotéjar (Molina de Segura) para distribuirla a los municipios de la Región.

En la provincia de Alicante los caudales distribuidos en caso de penurias proceden de las desaladoras situadas en la capital alicantina. Para completar el suministro a los municipios a los que abastece en tres comunidades autónomas la Mancomunidad cuenta también con los recursos del río Taibilla, que forma parte de la cuenca del Segura y está teniendo un buen comportamiento este año.

La sequía sigue machacando la cuenca y el trasvase, paupérrimo, se ha podido aprobar porque el nivel de reserva de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía no ha bajado aún de los 304 hectómetros cúbicos, algo que se prevé suceda en enero, si no llueve de manera extraordinaria sobre la cabecera.

La situación de Entrepeñas y Buendía sigue siendo preocupante porque tan sólo almacenaba 333 hectómetros cúbicos la pasada semana, 218 menos que a finales de octubre del año pasado y 500 menos que la media embalsada en los últimos cinco años.

Si sigue sin llover en la cabecera, nadie quiere afrontar la redistribución de los recursos en la cuenca cedente -en el Tajo Medio ha llovido y en la sierra de Madrid también- y la gravedad del problema va en aumento. En 2014, la media de agua embalsada en enero y febrero fue de unos 530 hectómetros cúbicos, y la cantidad máxima del año se alcanzó en mayo con 580. Ni aún así el Trasvase ha recibido los caudales marcados por la ley, mientras que Castilla-La Mancha vuelve a recurrir sistemáticamente los envíos aprobados, aunque sean para abastecimiento.

El Gobierno envió 20 hectómetros cúbicos para el mes de julio, 15 en agosto, 10 en septiembre y 8 en octubre, con lo cual se va acercando a la línea roja a partir de la cual el 'Memorándum' del Tajo da pie a que se cierre el grifo.

La Mancomunidad de Canales del Taibilla deberá paliar el recorte con agua desalada procedente de las plantas de San Pedro y Torrevieja, que se almacena en el embalse de la Pedrera, donde se mezcla con la propia del Trasvase.

Nadie duda ya en el campo de que en enero -si no se produce un milagro en forma de lluvias en la cabecera del Tajo- el Trasvase se cerrará por completo, algo que no ha sucedido en toda su historia.

En este sentido, el presidente del Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, José Manuel Claver, ya anunció hace dos semanas que el ministerio de Agricultura había cortado el agua que enviaba por el Trasvase para regadío. Claver advirtió de que con los 30 hectómetros cúbicos de agua desalada que han comprado a la empresa Acuamed de la planta de Torrevieja cubrirán los regadíos hasta diciembre, por lo que a partir de enero necesitarán agua de trasvases, ya que con la desalada, cuatro veces más cara para el campo, tampoco es suficiente.

Los regantes plantean al Gobierno que habilite una conexión hacia el Segura desde el Tajo-Medio en la sierra de Gredos, donde el régimen de lluvias es de 2.500 litros por metro cuadrado al año y el caudal es mineral.