El domingo por la noche, mientras Bruselas vivía en alerta ante el temor de una nueva masacre similar a la de París, se pidió a los ciudadanos que no compartiesen por redes datos relativos a la operación policial puesta en marcha. La respuesta de los vecinos fue compartir fotos de gatitos, con la etiqueta #BrusselsLockdown.

En la Región, donde el delegado del Gobierno aseguraba hace unos días que no existe ningún grupo yihadista, los vecinos no comparten en Internet gatitos: comparten, y cada vez más, bulos. Consecuencia del miedo, hay quien se pone en alerta al cruzarse con dos personas de rasgos árabes por la calle, y últimamente cada vez se dan más casos de quien se pone en alerta al ver... a la Policía. Ante esta situación, las fuerzas de seguridad temen que una amenaza ficticia, alimentada por la psicosis, se acabe convirtiendo en una amenaza real.

«Preguntan si pasa algo»

La paradoja, «que a la gente parece que le da miedo ver policías, cuando les tendría que dar seguridad», explican miembros de este Cuerpo. «Si vamos de patrulla, nos miran diferente; si estamos parados en un lugar, se nos acercan y preguntan si pasa algo», destacan, a lo que añaden que a algunos ciudadanos, preocupados en demasía por la amenaza yihadista, «se les olvida que también estamos para otras cosas», como robos y delitos del día a día.

De cara a la campaña de Navidad, el número de efectivos en las calles se va a incrementar, como cada año por estas fechas. Los efectivos recorrerán en especial las calles más concurridas, donde se concentra más gente por las tradicionales compras que tienen lugar en las fiestas. En este sentido, la Policía teme que, el hecho de ver más agentes en la calle, haga que algunos incrementen la alarma y hasta la contagien.

En París, el día después de los ataques, alguien tiró un petardo, la gente que estaba poniendo velas en la puerta de Le Carillon pensó que había otro ataque y el pánico se convirtió en avalancha. Una avalancha que, en ese caso, quedó en un susto, pero que podría ser el origen de una tragedia.

«Todo el mundo dice que en Murcia no, que, de hacerlo en España, atentarían en Madrid y otros precisamente llaman para decir que creen que los terroristas atentarían en Murcia porque no se lo espera nadie», relatan desde organismos encargados por velar por la seguridad en la Región.

«No difundas mensajes alarmistas que no provengan de fuentes oficiales», escribía hace unos días en su cuenta de Twitter la Policía Local de Murcia. El tweet venía acompañado de la captura de uno de los últimos bulos que ha ido circulando de teléfono en teléfono, hasta propagarse como un virus. El texto del mensaje decía: «Acaban de poner al Cuerpo Nacional de Policía en alerta 5. Así que, durante unos días, evitad el transporte público y lugares de interés importante. Han anulado vacaciones y han ido a Madrid cinco grupos más de Unidad de Intervención Policial, y hay un equipo GEO en el aeropuerto». Mensajes como este sólo consiguen causar alarma.

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, hacía ayer mismo un llamamiento a la tranquilidad «responsable», que no «ingenua», de los ciudadanos ante la amenaza yihadista, y recordaba que España cuenta con «los mejores protectores», con fuerzas de seguridad preparadas y cualificadas.