El BBVA atribuye a la economía de la Región un comportamiento mejor del esperado para la segunda mitad del año gracias al tirón de la demanda interna. Según recoge el último informe del 'Observatorio regional España', que ayer dio a conocer el Servicio de Estudios, la economía murciana terminará el año con un crecimiento del 3,4%, cuatro décimas por encima de la media nacional. Para 2016 la entidad augura un aumento del 2,7%, el mismo que tendrá España.

Los autores del informe incluyen a Murcia entre las cinco comunidades autónomas que han elevado sus perspectivas de crecimiento para este año y «han mostrado un comportamiento mejor del esperado, lo que justifica moderadas revisiones al alza». En esta relación también figuran Baleares, Madrid, Cantabria y Navarra.

Apuntan también los signos de desaceleración que empiezan a apreciarse en las regiones del Mediterráneo. El Observatorio Regional destaca que todas las comunidades autónomas «muestran una desaceleración en el segundo semestre del año, en línea con lo previsto», aunque «en el Mediterráneo y en el sur el empleo público habría favorecido más el crecimiento en el primer semestre», que ahora se ve frenado. También Castilla y León y Extremadura sufren los efectos del parón de la obra civil.

Por el contrario, Madrid, a la que se atribuye un crecimiento del 3,6%, y Baleares, que ocupa el primer puesto, con un aumento del PIB del 3,9%, aparecen como las más «dinámicas».

El Servicio de Estudios del BBVA estima que la Región terminará el año 2015 con un crecimiento del PIB del 3,4%, dos décimas por encima de la media nacional, aunque el crecimiento regional se aleja medio punto del máximo alcanzado por Baleares, la comunidad con una previsión más optimista.

Por otra parte, el Centro de Predicción Económica (CEPREDE), ha rebajado una décima su previsión inicial para el crecimiento de la Región para 2015, aunque mantiene su estimación en el 4%, la segunda más alta después de la de La Rioja, que alcanza el 4,9%.

Los autores del informe indican que «la desaceleración del consumo privado puede redundar en un menor vigor de aquellas comunidades autónomas más enfocadas al mercado interno, como algunas regiones mediterráneas, aunque el mantenimiento de una política monetaria expansiva, el cambio de tono en la política fiscal y el descenso de los precios (particularmente, del transporte), garantizan que esta desaceleración será suave».

Advierten igualmente de que «la previsible desviación respecto al objetivo de déficit dará poco margen a las políticas públicas expansivas, limitando especialmente el aumento de la demanda interna en las comunidades del sur y del Mediterráneo, en las que el sector público posee un peso superior a la media nacional».

Por otra parte, las comunidades que ofrecerán una mayor resistencia a la desaceleración serán Baleares, Madrid y La Rioja.

Para 2016 el BBVA prevé que la economía española crecerá entre el 2,7% y el 3%. El retroceso respecto a las pautas seguidas por la economía este año se debe a «la ralentización de la demanda mundial, el agotamiento de algunos factores cíclicos o el aumento de la incertidumbre, en parte ligada al ciclo electoral español».

Aunque las economías de los países emergentes muestran claros signos de debilidad, los más desarrollados ofrecen «un perfil de moderada aceleración». Por otra parte, la depreciación del euro ayuda a mantener las exportaciones, mientras que la bajada del precio del barril de petróleo compensa el efecto que la revalorización del dólar puede tener en la factura energética. A su vez, «la depreciación del euro supone un nuevo empuje para el turismo exterior».