Lo han negado todo. Sobre las dos de la tarde terminaban hoy de declarar los hermanos Fernández Pujante, para los que el fiscal pedía prisión, informaron fuentes de la investigación. Los hermanos están implicados en la trama del caso AVE, en la que podrían haberse estafado hasta treinta millones de euros mediante el cobro de obras que nunca se hicieron.

José Manuel Fernández Pujante, ingeniero del Juzgado de Aguas de Orihuela, y su hermano Antonio José pasaban esta mañana a disposición judicial. Se les acusa de blaqueo, falsedad documental, fraude fiscal y estafa. En próximos días declararán sus familiares.

Agentes de Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil llevaban a cabo esta misma semana un registro en una oficina que el ingeniero, de origen murciano, tenía en la avenida de la Constitución de la capital murciana, la sede de la empresa Liberitas, que, presuntamente, y de acuerdo con las conclusiones de los investigadores, pudo ser creada 'ad hoc' para enmascarar los beneficios ilícitos conseguidos a través de los proyectos del AVE.

Allí fueron detenidos los hermanos Fernández Pujante, que cubrían su cara con una chaqueta negra para no ser reconocidos.

La firma creada por los Fernández Pujante pudo facturar unos seis millones, según informaban fuentes de la investigación.

Sólo un día antes de su arresto, el ingeniero Fernández Pujante decía a este periódico: "¿Un fraude en el AVE? No tengo ni idea. Voy a intentar enterarme".