Cuestión de cantidad o de calidad. Una vez más, la eterna diatriba que afecta a tantos ámbitos de la vida. A cualquiera. También a la educación. De nada parece que sirve esta montaña de deberes que los niños españoles tienen que hacer cada día cuando ese ingente trabajo no se traduce en unos buenos resultados académicos. España lidera por fin una clasificación de la OCDE, pero en vez de servir para que nos sintamos orgullosos deja en evidencia las carencias de un sistema caduco y falto de innovación pedagógica.

Según el último informe PISA, los estudiantes españoles son de los que más tareas tienen que hacer en casa, mientras sus notas están lejos de los primeros puestos.

Este estudio, que se utiliza de referencia para absolutamente todo en la educación, destaca que los estudiantes españoles de Secundaria dedican 6,5 horas de tareas a la semana frente a una media de 4,9 del resto de países. Sólo los polacos, irlandeses, italianos y rusos llevan más peso en sus mochilas, de un total de 38 países analizados. En el lado opuesto se sitúan... Finlandia. ¡Cómo no! y Corea del Sur. Sus alumnos son los que menos trabajo se llevan a casa y los que, sin embargo, sacan mejores calificaciones escolares. Algo falla sin lugar a dudas.

Ambos países son los que menos cargan a sus alumnos con tareas escolares. Sólo 2,7 horas semanales, menos de la mitad que en España. Y continúan en una dinámica para reducirlos aún más. La agenda de los niños está saturada. Esto llega a provocar hasta problemas de estrés en edad infantil. Madrugan y trasnochan. No paran de correr de un lado a otro. Al horario lectivo suman las actividades extraescolares y a las actividades extraescolares el tiempo de estudio en casa. Una rutina que puede llegar a ser desquiciante y que los deja exhaustos.

¿Hay que erradicar los deberes, entonces? Quizás no, pero sí hay que racionalizarlos. Y reorientar la tarea educativa en los colegios. También depende de las edades. De hecho, el debate de «deberes sí o deberes no» ha vuelto a saltar a la palestra después de que Eva Bailén, una madre madrileña, lleve más de 175.000 firmas recogidas en Change.org para solicitar la racionalización de los deberes en el sistema educativo español. Pero, además de esta recogida de firmas, esta madre ha revolucionado las redes sociales con un vídeo en que se puede ver cómo la vida de un niño sometido a los deberes puede llegar a ser igual a la carga laboral con la que vive un adulto.

"Es una verdadera exageración"

  • José Antonio Abellán, presidente de Confapa Región de Murcia (Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres de Alumnos), apuesta por una disminución de las tareas en casa e, incluso, defiende su eliminación. «Los niños dedican hoy en día demasiadas horas a hacer los deberes».
  • «Se pasan toda la tarde trabajando y es una verdadera exageración», explica. Para Abellán la solución pasaría por racionalizar las tareas, pero en la propia clase, no en casa. «Si una clase dura 55 minutos, se podría dejar los últimos 15 para que el niño refuerce lo aprendido ese día». Aun así, entiende que para casa «se podrían mandar deberes, que no requieran más de una hora, para hacer repaso».
  • Por otro lado, Víctor Escavy, presidente de Concapa de la Región de Murcia (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos), considera que «como en todo, las cosas en exceso, indica que se ha hecho una mala planificación en el centro». Escavy no es partidario de no poner deberes a los niños, ya que «fomentar el trabajo individual es importante, así como la práctica de los conocimientos adquiridos en clase».
  • Asimismo, asegura que también es necesario el trabajo grupal, ya que «cuando los alumnos llegan a la universidad, con el Plan Bolonia, los trabajos en grupo es lo que se hace y, de esta manera, los estudiantes llegan ya preparados y sabiendo realizar tareas grupales».
  • En definitiva, el presidente de Concapa en la Región de Murcia defiende que «todo dependerá de la edad del alumno y el curso que estudie». Aun así, es consciente de la excesiva carga de deberes y mantiene que si esto es así es «porque algo se está haciendo mal desde el colegio».