Los cartageneros y turistas que ayer visitaron la ciudad portuaria aprovecharon la subida de las temperaturas para acercarse hasta Cala Cortina -la única playa urbana que existe en el municipio- y darse un chapuzón en sus aguas frías y cristalinas. En un paraje inigualable con el monte de San Julián en un extremo y las baterías de San Isidoro y Santa Florentina en el otro extremo de este enclave, que es uno de los puntos de reunión elegidos por los cartageneros en cuanto aprieta un poco lorenzo.

En este caso, las temperaturas registradas ayer en el municipio alcanzaron los 24 grados, la máxima a las dos de la tarde, y 18, la mínima. Este fenómeno climatológico impropio a estas alturas del año, en la cultura popular se denomina el ´Veranillo de San Martín´, cuya festividad se celebra el 11 de noviembre, o el ´Veranillo del membrillo´ Suele ocurrir en el hemisferio norte durante alguno de los últimos días de verano y los primeros de otoño y, se caracteriza porque la temperatura asciende por encima de los valores anteriores para luego recuperar la progresión de bajada típica del otoño.

El caso es que en la Región de Murcia, este ´veranillo´ no pilla por sorpresa a nadie, ya que los murcianos están acostumbrados a llevar manga corta hasta el mes de diciembre en más de un año.

También ayer se podía observar a varios grupos de personas tomando el sol sobre el césped de la Cuesta del Batel y en la plaza Heróes de Cavite frente al puerto de Cartagena. Si los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) no se equivocan, hoy se repetirán imágenes similares en la costa, ya que se espera un máxima de 24 grados y la mínima de 14.