Para acceder a la banda, los aspirantes debían pasar por unos ´ritos de iniciación´, que se centraban en castigos físicos. Entre éstos está el conocido como de 360 grados, en el que el candidato se coloca dentro de un círculo formado por los miembros del grupo. A continuación recibe una paliza por parte de la banda, apoyado en una pared, desde donde encaja las patadas. El castigo dura un tiempo determinado. Los miembros de este tipo de grupo suelen ir vestidos de color negro y amarillo, y no faltan los tatuajes de variado diseño.