El ictus afecta cada año a 3.300 personas en la Región de Murcia. La mayoría de los pacientes sufre secuelas que en el 40 por ciento de los casos los inhabilitan para realizar las actividades cotidianas.

El trabajo en la prevención y en la detección precoz y la mejora de la atención neurológica especializada han permitido reducir la mortalidad por ictus en los últimos 20 años, aunque todavía existe la necesidad de establecer políticas de prevención y modelos organizativos de asistencia a los pacientes con ictus.

El coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Jaime Gállego, con motivo del Día Mundial del Ictus, que se celebra hoy, afirmó que la implantación de estas medidas está dirigida a «disminuir la mortalidad y además reducir sus secuelas, sobre todo porque además se espera un aumento de la incidencia y prevalencia de esta enfermedad en los próximos años debido al progresivo envejecimiento de la población».

En España, en los últimos años, ha aumentado la concienciación sobre la eficacia de los tratamientos del ictus. Según un informe elaborado por el Grupo de la Sociedad Española de Neurología (SEN), existen 57 Unidades de Ictus, a la espera de la próxima apertura de una más en Galicia y todas las comunidades disponen del protocolo de actuación 'Código Ictus'. Sin embargo, hay 19 provincias, junto a las dos ciudades autónomas, sin una Unidad de Ictus, algunas de ellas con una población de más de 250.000 habitantes. Este número es «claramente insuficiente», dijo.