La Guardia Civil de Murcia detuvo o imputó a doce personas durante el año 2014, nueve de ellas menores de edad, por la difusión de imágenes de contenido sexual sin el consentimiento de las víctimas, todas ellas menores de edad. En lo que va de año, la Benemérita ha investigado varios casos relacionados con estos delitos, que hasta el momento han resultado con la detención o imputación de un número similar de autores, con respecto a los datos del año anterior, según especificaron fuentes de la Benemérita.

La mayoría de víctimas y autores, son menores de edad, por lo que la Guardia Civil en el marco del Plan Director para la Mejora de la Convivencia y la Seguridad Escolar, incide en las charlas impartidas en centros educativos sobre los riesgos de Internet y de las comunicaciones mediante el envío de fotografías o videos.

La Benemérita pretende con ello concienciar a los jóvenes de tales riesgos para que en caso que se produzcan hechos de esta índole, lo denuncien. Los últimos casos tuvieron lugar en el pasado mes de septiembre cuando la Guardia Civil de la Región de Murcia desarrolló tres investigaciones dirigidas a la detección de posibles casos de sexting o envío de contenidos de tipo sexual, principalmente fotografías y vídeos, por medio de aplicaciones de telefonía móvil u otros dispositivos tecnológicos, que se han saldado con la detención de cuatro personas en Calasparra (1), Torre Pacheco (1) y Moratalla (3), a los que se les atribuye la presunta autoría de delito contra la intimidad y el derecho a la propia imagen.

Entre los arrestados había dos menores de edad relacionados con la difusión masiva de imágenes de sendas víctimas, también menores. En el caso de Moratalla, se detuvo a tres personas relacionadas con la grabación, a través de la ventana de un establecimiento público cerrado, de escenas íntimas de una pareja, que más tarde fueron difundidas. Anteriormente, la Guardia Civil detuvo en Cieza el pasado mes de agosto a un menor por utilizar una red social para obtener imágenes de menores desnudas, a quien, concretamente, se le atribuía la presunta autoría de los delitos contra la liberta e indemnidad sexual, abuso sexual a menores de 16 años a través de medios telemáticos y tenencia y distribución de pornografía infantil. El menor, bajo amenazas y coacciones, acosaba a la víctimas a través de una conocida red social para obtener fotografías y vídeos de menores desnudas.