Podemos dio ayer portazo al Gobierno y lo dejó plantado con el techo de gasto. El consejo político que lidera Óscar Urralburu en la Región anunció su rechazo a la propuesta de la Comunidad, ante la negativa del Ejecutivo a contemplar las medidas sociales que proponía esta formación en los presupuestos del próximo año.

Las expectativas de acuerdo abiertas a raíz de los contactos con el consejero de Hacienda, Andrés Carrillo, y el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Víctor Sánchez, quedaron truncadas ayer. Tras la reunión del órgano de dirección del partido, celebrada a primera hora de la tarde, Urralburu y la vicesecretaria general, María Ángeles García Navarro, anunciaron la ruptura con el Gobierno y el rechazo de los seis diputados del Grupo a la propuesta del Ejecutivo. «Es un techo de gasto condicionado e hipotecado por la enorme losa que suponen las políticas que ha aplicado el PP en esta Región durante los últimos veinte años, por las políticas fallidas que han generado una deuda insoportable». La ruptura se ha producido después de que el presidente regional, Pedro Antonio Sánchez, aplaudiera la predisposición de Podemos y elogiara su «responsabilidad».

Sin embargo, Urralburu explicó ayer que el endeudamiento de la Comunidad, que rozaba los 7.500 millones de euros en junio, superará en 2016 los 8.000 millones , lo que «hipoteca» las cuentas del próximo año, haciendo que la Comunidad «esté intervenida. La región de Murcia es ingobernable después de 20 años y 100 días del Gobierno de Valcárcel, porque los primeros 100 días de Pedro Antonio Sánchez han sido los cien últimos de Valcárcel», aseguró el secretario general. El portavoz explicó que el Ejecutivo no ha dado opción a negociar las medidas propuestas por Podemos, que suponían una diferencia de 475 millones sobre las cifras Ejecutivo, que ascienden a 4.100 millones. Precisó que tan solo se les ha ofrecido un aumento irrisorio de algunas partidas, como la dependencia o los comedores escolares, mientras que recoge «174 millones para la privatización y enajenación de servicios púbicos, que no quieren tocar».

Urralburu pidió la dimisión de Pedro Antonio Sánchez y aseguró que votar el techo de gasto sería dar el apoyo a una política basada en «una corrupción sistémica. Al PP no se le reforma , tiene que pasar al banquillo de la oposición».

De no llegarse a un acuerdo, se prorrogarían las cuentas de 2015 y se modificarían partida a partida, aunque la diferencia entre ambos ejercicios se reduce a 26 millones.