La histórica presencia del Ejército en Cartagena y la política de la Autoridad Portuaria de ofrecer las tasas más competitivas del Mediterráneo español han sido claves para que Estados Unidos y España hayan puesto sus ojos en la dársena de la ciudad portuaria para trasladar desde ella los alrededor de 50.000 metros cúbicos de tierra contaminada que deben extraerse de la localidad almeriense de Palomares para transportarlos por mar hasta el país norteamericano.

Así lo reflejaron a LA OPINIÓN fuentes consultadas por esta Redacción que indicaron que «al tratarse de un puerto con base militar, las precauciones y los trabajos de estudio que se deben hacer para poder trasladar esa cantidad de materiales peligrosos tienen una base sólida, ya que el puerto está acostumbrado a la entrada y salida de todo tipo de buques, con todo tipo de mercancías», indicaron.

Asimismo, también incidieron en los costes que supondría la operación para las arcas estadounidenses y españolas, ya que se trata del puerto con las tasas más competitivas del Mediterráneo español.

No obstante, fuentes de la Autoridad Portuaria consultadas por este diario señalaron que, hasta el momento, desconocen los términos del acuerdo más allá de lo que ya se ha podido conocer por parte del ministerio de Asuntos Exteriores o de las notas remitidas sobre el asunto. En todo caso, desde el organismo portuario precisaron que si finalmente se lleva a cabo la operación y es el puerto de Cartagena el elegido para que salga desde allí el cargamento, la Autoridad Portuaria será la encargada de dar la autorización pertinente al consignatario que se hiciera cargo del transporte.

«Estamos preparados»

«En caso de que todo siga adelante, es el consignatario el que debería llevar a cabo las gestiones y solicitar en su caso el permiso para poder operar desde aquí», afirmaron las fuentes citadas, y añadieron que «las condiciones de la dársena para trasladar este tipo de material son seguras, ya que desde el puerto se envían y reciben numerosos cargamentos con materiales delicados que hay que tener bajo un control exhaustivo».

Aún así, conforme vaya avanzando el proyecto se conocerán más datos del mismo. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, indicó que hay que cerrar «un acuerdo vinculante» en el que se incluya la declaración de intenciones de ambos países, cuyo contenido está «muy avanzado».