El padre murciano que denunció el pasado mes de septiembre el secuestro de sus dos hijas de 4 y 6 años por parte de su madre, de nacionalidad rumana, teme actualmente por la atención sanitaria a su hija mayor, diabética tipo 1, porque en Rumanía no atienden a los enfermos crónicos extranjeros y la madre le ha enviado un mensaje diciendo que no tiene dinero para pagar el tratamiento.

El padre, Antonio Martínez González, se ha puesto en contacto con la embajada de Rumanía en España y con el cónsul de la embajada española en aquel país para que les ayuden a recuperar a su hija después de que el juzgado de instrucción número 2 de Murcia que lleva este asunto no haya dictado todavía un auto de regresión ante una sustracción internacional de menores.

Fue el propio padre el que acompañó a la madre y a las dos niñas al aeropuerto de Valencia porque en teoría iban a pasar unas vacaciones de verano en Rumanía, pero el billete de vuelta lo tenían el pasado 17 de septiembre a las 20 horas y las niñas no regresaron.

El consulado fue el que recomendó a la madre que comunicase al padre las cifras de glucemia de la menor con diabetes para que el padre llevase un control y, según dijo ayer, estos datos son altos posiblemente porque en ese país hay bajas temperaturas actualmente e ingiere más hidratos de carbono de lo normal.

La pareja llevaba ocho años de relación y no existe ninguna denuncia por malos tratos, según el padre, quién mantiene que en este caso la madre retiene en contra de su voluntad a sus hijas.