La Unidad de Auditoría Informática de la Agencia Tributaria de Murcia ha participado en la investigación de fraudes empresariales y tramas de corrupción urbanísticas tan sonadas como los casos Ninet en Los Alcázares o Umbra en Murcia. Son funcionarios formados para localizar la información contenida en los ordenadores de los contribuyentes e incluso recuperarla de ´la nube´ antes de que pueda ser destruida.

Tres funcionarios de la Agencia Tributaria de Murcia componen la unidad especializada en rastrear los discos duros y procesar toda la información almacenada en cualquier dispositivo informático que pueda servir como prueba de irregularidades fiscales o de prácticas delictivas.

Trabajan en colaboración con los inspectores y los técnicos de Hacienda ofreciéndoles apoyo técnico y ayudándoles a tirar del hilo para desentrañar los secretos que esconden los archivos digitales, incluso cuando han sido borrados, aunque la información desechada no siempre es recuperable.

Estos equipos de la Agencia Tributaria pueden tardar a veces una semana en copiar el material obtenido en los registros.

No quieren dar sus nombres y solo aceptan que se les fotografíe de espaldas ante los equipos técnicos que utilizan para copiar, procesar y reconstruir la información recabada.

No son policías ni pueden entrar a una empresa sin la autorización de su propietario, pero «cuando se prevé que el contribuyente va a oponer resistencia» piden con antelación una orden al Juzgado de lo Contencioso que les permite vencer cualquier tipo de oposición.

Han participado en la investigación de las grandes tramas de fraude y corrupción, desde el caso Ninet, en el que fue detenido el exalcalde socialista de Los Alcázares Juan Escudero, hasta el Umbra, en Murcia, donde el arrestado fue el exgerente de Urbanismo Alberto Guerra, mientras que se puso patas arriba la sede de la Gerencia. En esta operación la unidad pidió refuerzos a los equipos de otras comunidades autónomas, porque «en el mismo día había que hacer varios registros» en distintos domicilios y despachos profesionales.

El despliegue que realizaron la Agencia Tributaria y la Policía Judicial el 5 de octubre de 2010 se saldó con tres detenciones y una veintena de imputados, entre los cuales figuran el exalcalde Miguel Ángel Cámara y el exedil de Urbanismo Fernando Berberena.

La última gran operación en la que han participado fue la denominada Pompeya, que permitió el desmantelamiento de una red de prostíbulos el pasado verano, uno de ellos en el polígono industrial Oeste de Alcantarilla. El responsable del equipo contaba que en pleno mes de agosto se inició el despliegue «un domingo a las cinco de la tarde, y terminamos al día siguiente a las 10 de la mañana».

Reconocen que emocionalmente no tienen la dureza adquirida por la Policía o la Guardia Civil para afrontar las difíciles situaciones y las presiones de los defraudadores que tratan de escurrir el bulto y no se cortan en sus intentos por intimidar a los investigadores. «En el caso del delito fiscal, probar la intencionalidad no es fácil. Tiene que estar muy claro que ha habido una intención de defraudar», explicaba.

Los defraudadores suelen quejarse de que se les trate como a Luis Bárcenas, el extesorero del PP acusado de llevar una doble contabilidad de las cuentas del partido y de evasión a paraísos fiscales. «Ahora se compararán con Rato», se lamentó el responsable de la unidad. «Somos personas con sensibilidad», aseguraba.

"Ahora se compararán con Rato"

  • Los defraudadores suelen quejarse de que se les trate como a Luis Bárcenas, el extesorero del PP acusado de llevar una doble contabilidad de las cuentas del partido y de evasión a paraísos fiscales. «Ahora se compararán con Rato», se lamentó el responsable de la unidad. «Somos personas con sensibilidad», aseguraba.
  • De los tres integrantes de la unidad solo uno es informático, pero en su trabajo es tan necesario el dominio del procedimiento administrativo y de las garantías legales con las que deben actuar como su pericia en el manejo de los ordenadores, por lo que deben tener una formación multidisciplinar. Reciben un reciclaje constante para adaptar sus conocimientos y estar en condiciones de responder ante las trabas que les van poniendo las nuevas tecnologías destinadas a ocultar la información contable, que las compañías tecnológicas van poniendo en el mercado y que las empresas incorporan con avidez.

El responsable de la unidad explicó que estos programas diseñados para llevar una doble contabilidad no siempre están concebidos solo con la intención de ocultar información al Fisco. Su objetivo a veces es controlar el dinero que manejan los socios o los empleados de las empresas.

«El sentido común, el olfato y la experiencia» adquirida con los años les permiten conseguir «un porcentaje de éxito razonable. En los cursos se aprende, pero donde realmente se aprende es en las salidas y con la experiencia compartida cuando nos reunimos en los cursos».

La Unidad de Auditoría Informática se ha convertido en una pieza clave en las visitas a las empresas que realizan los inspectores y los técnicos de Hacienda para fiscalizar las cuentas.

La demanda creciente de sus servicios hace que se les acumulen las peticiones, porque también tienen que salir fuera de Murcia a apoyar a los equipos de otras comunidades autónomas cuando se enfrentan a grandes operaciones que exigen un despliegue de efectivos superior.

Su trabajo ha sido clave en la investigación de los nueve delitos tributarios que la delegación de la Agencia en Murcia ha remitido a la Fiscalía entre enero y julio.

El fraude que suman estos nueve expedientes asciende a unos cuatro millones de euros. En todo 2014 la Administración Tributaria envió a la Fiscalía el mismo número de casos que han sido remitidos este año hasta el 31 de julio. Estos expedientes están motivados por incumplimiento de las obligaciones fiscales de los contribuyentes en todo tipo de actuaciones y, especialmente, en el abono de tributos como el Impuesto de Sociedades o IVA.

Los discos duros del caso Umbra

  • La Unidad de Auditoría Informática de la Agencia Tributaria intervino en los registros realizados en la Gerencia de Urbanismo de Murcia y en los domicilios de los principales implicados en la trama Umbra el 5 de octubre de 2010. El despliegue realizado por los investigadores desde primeras horas de la mañana de aquel día en la Gerencia dio para llenar varias maletas con material informático como la que se aprecia en la fotografía, en la que se ve a un funcionario de espaldas que transporta el equipo requisado. La dimensión de la trama Umbra hizo necesaria la intervención de técnicos procedentes de otras regiones