El Colegio de Enfermería ha interpuesto una demanda judicial por intrusismo profesional contra una doula que publicita su trabajo en la Región de Murcia. Las matronas han decidido pasar a la acción contra la actividad de estas mujeres que definen su actividad como de acompañamiento durante la gestación, el parto y los primeros momentos de la crianza; pero que según sostienen desde el Colegio de Enfermería «son intrusas que ponen en riesgo la salud de la madre y el bebé porque no tienen formación», sostuvo ayer en una rueda de prensa la presidenta del Colegio, Amelia Corominas.

La denuncia se ha presentado contra una mujer en concreto gracias a la publicidad que ella misma ha hecho de su actividad, pero no descartan añadir más personas a esa lista. El Colegio no ha querido hacer público su nombre puesto que la denuncia todavía no ha sido admitida a trámite, pero no tiene dudas de que el juez la aceptará.

El problema para acabar con estas prácticas es «que se mueven en el oscurantismo y rayan en el sectarismo y las mujeres que las contratan no dicen nada», lamenta Corominas.

El Colegio de Enfermería sostiene que el riesgo para la salud de las mujeres y los bebés a los que atienden es muy alto, sobre todo cuando se trata de gestantes que también deciden dar a luz en su casa, lo que ocurre en muchos de los casos. «Estas embarazadas no tienen forma de saber si se produce un problema y las consecuencias pueden ser graves», insistió ayer Amelia Corominas.

Desde el Colegio aseguran tener constancia de mujeres que han llegado desangradas o en muy mal estado después de horas de parto en casa y que la situación ha acabado con problemas serios para el niño. El problema, aseguran, es que estos casos no se pueden denunciar porque las madres guardan silencio y el Colegio no tiene pruebas contundentes.

Corominas cree que el auge de estas prácticas ha estado alimentado por años de un exceso de mecanización en la asistencia a los partos y la carencia de matronas; sin embargo, insiste la presidenta de las enfermeras, las doulas pueden poner en riesgo a las mujeres y «tratan de alejarlas del sistema sanitario metiéndoles miedo». Además, Corominas señaló que, tal y como alertó ya el Consejo General de Enfermería -que agrupa a todos los colegios profesionales del país, muchas de estas doulas «se aprovechan de la sensibilidad de la mujer durante el embarazo» y tratan de romper el vínculo entre el padre y el bebé ocupando su lugar en el paritorio.

El Colegio recuerda que «el parto seguro es un parto en el hospital, pero que si aun así hay mujeres que apuestan por el parto en casa deben hacerlo en un lugar muy cerca del hospital y acompañados de una matrona».

Las enfermeras aseguran que estas doulas incitan a prácticas sectarias como rituales de agradecimiento a su útero -con vapores aromáticos-.

El Colegio pide a todos los que tengan conocimiento de las actividades de las doulas que lo denuncien, ya que recuerdan que ellas cobran en torno a mil euros por la asistencia una mujer.