Los jóvenes miran al campo como una salida laboral más que interesante para salir del paro y encontrar un modo de vida. Unos dos mil han acudido a las tres principales organizaciones agrarias, Coag, Asaja y Upa, para interesarse por la apertura de la nueva línea de ayudas a la incorporación de jóvenes que recoge el Plan de Desarrollo Rural (PDR), y que para el próximo año rondan los ocho millones de euros.

Muchos se van a quedar en el camino, como explican los dirigentes agrarios consultados, debido a los requisitos que tienen que cumplir para poder acceder a estas subvenciones.

«Ha habido un boom de solicitudes por las circunstancias económicas, y porque el campo sigue teniendo capacidad de asimilar las iniciativas laborales, tras la caída del sector de la construcción», explica el secretario de organización de Coag, Francisco Gil.

Los dirigentes agrarios reconocen que hay «mucha expectación» ante la apertura de esta línea de ayudas, ya que durante la anterior edición del PDR (que se cerró el año pasado) sólo se convocó en dos ocasiones.

«Además, tardaron en resolver los expedientes y muchos se quedaron en el camino», comenta desde Upa, su secretario de Agricultura, Antonio Moreno. «Tenemos la esperanza de que a partir de ahora funcione con normalidad y todos los años se publique la línea», apunta.

Una de las actividades que más interés presenta por parte de los jóvenes es la apicultura. El secretario general de Asaja en Murcia, Alfonso Gálvez, comenta que «cada vez que se hace un curso sobre esta actividad todas las plazas se completan».

Gálvez también considera que el hecho de que el campo esté cada vez más tecnificado y deje más tiempo libre supone un atractivo añadido para los jóvenes sin una profesión definida.

En cualquier caso, el perfil habitual de quienes acuden a las organizaciones agrarias para interesarse por estas subvenciones es el de jóvenes cuyos padres viven del campo y regresan a él porque no ven ningún futuro en otros sectores.

Novedades y presupuesto

Una de las novedades de esta edición es que los solicitantes pueden pedir subvenciones tanto para la creación de empresas (hasta 22.500 euros no se tendrán que devolver) como para inversiones en planes de mejora de las explotaciones (hasta el 70% a fondo perdido de un máximo de 100.000 euros de inversión). Y pueden acceder a la vez a ambas líneas.

Por lo que respecta a la cuantía, el máximo que pueden recibir los jóvenes se ha duplicado, pasando de 35.000 a 70.000 euros, si bien las organizaciones dejan claro que para lograr este tope se tienen que dar una condiciones muy específicas y que pocos cumplirán.

El borrador de la línea de ayuda que ha elaborado la consejería de Agricultura y que ha remitido a las organizaciones agrarias para que presenten sus alegaciones y sus propuestas, incluye una tabla presupuestaria para los próximos cuatro años (2016-2020).

Para la medida de creación de empresas por jóvenes agricultores se han conseguido, en total, 27,5 millones de euros y para inversiones en explotaciones agrarias casi 19,5 millones, si bien no está previsto abrir esta línea hasta 2017.

Para las organizaciones agrarias, una condición imprescindible debe ser que las ayudas se cobren el mismo año en el que han sido concedidas.

«Eso ayuda mucho a la hora de negociar con las entidades bancarias», indica Paco Gil. Asimismo, calcula que apenas 153 jóvenes que se incorporen este año podrán acceder a estas líneas, «con lo que el programa se va a quedar muy corto».