La estigmatización social es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan quienes padecen una enfermedad mental y sus familias. «Antes escondíamos lo que le pasaba a nuestros hijos, cómo no lo íbamos a hacer si sabíamos lo que podría suponerle a ellos si se sabía», admitía ayer Delia Topham, presidenta de Feafes, la federación que agrupa a las asociaciones que trabajan con las familias de personas afectadas por estas patologías.

Y las palabras sobre lo que se desconoce son un arma poderosa para quienes potencian esos estigmas. «La palabra locura hasta me gusta, pero cuando se habla de locura de amor, por ejemplo. Así es hasta bonita. Pero cuando se habla de un ´loco´ y se hace de forma despectiva duele mucho», reconocía ayer durante la celebración de la rueda de prensa en la que presentó junto a la consejería de Sanidad los actos del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el próximo sábado.

El lema de esa jornada es ´Ponte en mi lugar´. Y es que, insistió ayer la presidenta de Feafes, «la empatía es fundamental, porque cuando hay empatía se puede convivir con ellos perfectamente». Las familias se quejan de que «siempre hemos sido la hermana pobre de la Sanidad» y aunque reconoce que poco a poco se ha ido avanzando mucho, creen que todavía «queda mucho camino por recorrer en ámbitos como el empleo o la Educación».

La responsable de Feafes reclama más concienciación por parte de toda la sociedad porque «todos somos partícipes de la responsablidad en Salud Mental».