El tratado de libre comercio que negocia la Unión Europea con Estados Unidos puede tener un impacto positivo en la Región, dado que alentará las ventas de productos frescos, conservas y carne de porcino en un mercado vetado hasta ahora a causa de los elevados aranceles que están llamados a desaparecer, pero pasará factura a algunos sectores ganaderos, como la cría de pollo. Esta es una de las primeras conclusiones que ha avanzado el secretario general de la Federación Agroalimentaria de CC OO, Jesús Villar, quien participó en Murcia en una jornada de debate sobre el impacto que el tratado entre EE UU y la UE puede tener en la Región.

Jesús Villar anunció que el sindicato está elaborando un estudio en el que se evaluará el efecto que la desaparición de las barreras aduaneras puede tener en Murcia desde la perspectiva de la producción agraria, el empleo y el medio ambiente, «teniendo en cuenta que el sector agrario emplea a 100.000 personas», 40.000 en el campo y 60.000 en la industria y los almacenes.

El dirigente de la federación Agroalimentaria de CC OO avanzó que la apertura del mercado estadounidense alentará las ventas de productos frescos, conservas y carne de porcino, entre otros. El desarme arancelario amortiguaría la competencia que la industria encuentra en países como Perú y Chile y permitiría recuperar el terreno perdido en productos como la alcachofa. Por el contrario, aumentaría las dificultades para los frutos secos.

También la ganadería puede encontrar nuevos clientes en Estados Unidos, salvo en la producción de pollo. Según la impresión del dirigente sindical, los ganaderos estadounidenses tienen unos costes más bajos que los murcianos.

La intención del sindicato es remitir el estudio a los grupos parlamentarios de la Asamblea Regional. Además de estudiar la repercusión económica y social del tratado, CC OO pretende avanzar también cómo podría afectar a la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la protección del medio ambiente, teniendo en cuenta las diferencias que existen entre la legislación estadounidense y las normas de la UE, que resultan mucho más restrictivas.