La tasación del aeropuerto de Corvera se ha depreciado en unos 22 millones de euros desde la terminación de las obras, que acabaron en enero de 2012. El consejero de Fomento, Francisco Bernabé, dio a conocer ayer el inventario encargado por su departamento para conocer el valor de las instalaciones que la Comunidad sacará a concurso el próximo año, que han sido valoradas en 171,6 millones, un 12% menos que en 2012. Esta depreciación sitúa el valor de mercado que tendría Corvera si se pusiera en venta en este momento por debajo de los 182 millones del aval que tuvo que asumir la Administración regional en diciembre de 2012.

La inversión realizada por Aeromur -la empresa liderada por Sacyr que ha perdido la concesión del aeropuerto- es bastante superior, dado que los socios pusieron unos 50 millones de su bolsillo, lo que eleva la inversión a 232 millones.

La sociedad ha costeado ademas la tramitación de las autorizaciones oficiales y los vuelos realizados para verificar el correcto funcionamiento de los sistemas de comunicación y de los equipos de radioasistencia que guían a los pilotos en los aterrizajes y los despegues.

El valor de Corvera también se ha resentido del impacto de la crisis. Según los cálculos de la compañía Intervalor, adjudicataria del concurso encargado por Fomento para saber qué valen las instalaciones y el equipamiento instalado, el aeropuerto valía casi 194 millones en enero de 2012, cuando la sociedad Aeromur acabó su construcción. Tres años y nueve meses más tarde se ha reducido a 171.654.053 euros. De esta cantidad, 130.360.180 corresponden a la obra civil y 41.293.913 a las instalaciones y equipamientos.

Sin el suelo expropiado

  • En estas cifras no está incluido el valor del suelo expropiado a los vecinos de la pedanía murciana de Corvera, que todavía está pendiente de una decisión judicial. La mayor parte de los expropiados no se conformó con el precio que ofreció Aeromur y acudió al Tribunal Superior de Justicia. No obstante, la sociedad abonó unos 12 millones como anticipo a los dueños del suelo, según apuntó Bernabé. Su intención es liquidar las cuentas con Aeromur, «de forma amistosa».

Tras recibir el inventario, el consejero se dispone a adjudicar el plan de negocio a otra empresa para determinar cuál es la cifra de pasajeros que podría conseguir el aeropuerto en este momento, teniendo en cuenta que San Javier apenas superó el millón de usuarios el pasado año. El estudio deberá proponer también la fórmula de gestión más adecuada. «Estamos abiertas a todas las opciones», aseguró el responsable de Fomento. En cualquier caso, la nueva concesionaria tendrá que abonar un canon que se destinará a devolver los 182 millones del aval.