La Asociación de Custodia del Territorio (Acude) ha denunciado hoy el sacrificio en los últimos 13 años de centenares de tortugas moras en el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de El Valle, al que las habían entregado particulares que las tenían en cautividad.

La organización conservacionista, dedicada de forma particular a la preservación de la tortuga mora -una especie protegida- en la Región de Murcia, cita un informe de Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, de la que depende el centro de recuperación de fauna, para acreditar los hechos que denuncia.

Según ese informe, entre los años 2002 y 2015 ese centro recibió 2.642 tortugas moras que fueron entregadas por particulares que las mantenían en sus casas y según Acude, de todas ellas, solo quedarían 76 ejemplares en las instalaciones de El Valle hasta febrero de este año.

El sacrificio de tortugas "podría ser una práctica habitual de la Administración regional en las instalaciones del mencionado centro", expone hoy Acude en un comunicado en el que indica que "más de un 90 por ciento de las tortugas que les entregan los particulares mueren o son sacrificadas, argumentando motivos sanitarios, hibridación, alteraciones morfológicas o inadaptación".

Acude defiende la "competencia y profesionalidad" de los trabajadores del centro de recuperación de fauna, pero culpa del sacrificio de los animales "a la incapacidad de poder político y de algunos técnicos para tomar decisiones adecuadas al respecto" y por ello pide la dimisión de la directora de El Valle.

Indica que existen diversas alternativas al sacrificio de ejemplares sanos procedentes de cautividad para mantenerlos en condiciones adecuadas y que además pudiesen servir como recurso didáctico y educativo y cita entre ellas la creación de centros de acogida de tortugas, situados en áreas muy alejadas de las poblaciones silvestres.

También propone llegar a acuerdos con particulares para que las mantengan legalmente en depósito y custodia, bajo la supervisión y control de los técnicos y de los agentes medioambientales de la consejería.

La organización recuerda que la tortuga mora es una especie protegida desde 1973, aunque tradicionalmente, y especialmente en las provincias del sureste ibérico, han sido mantenidas en cautividad por sus habitantes como mascotas.

Esa población autóctona en cautividad, que era recogida directamente del monte, aumento durante décadas con tortugas procedentes del norte de África, que entraban por las fronteras y que se mezclaban en las casas con ejemplares de origen autóctono, lo que ha provocado que actualmente miles de ejemplares que están en cautividad estén hibridados.

Acude cita a destacados científicos que investigan a las tortugas y diversos organismos internacionales para recordar que "no se deben liberar nunca en el medio tortugas moras procedentes de cautividad, ya que pueden transmitir enfermedades a las silvestres, allá donde las haya, o provocar hibridación genética que pueden poner en peligro las poblaciones naturales de esta singular especie".

Según la organización el Gobierno regional "ha estado durante años tolerando las sueltas incontroladas de tortugas procedentes de cautividad" realizadas por algunas asociaciones ecologistas o naturalistas, que han efectuado reintroducciones "sin control alguno por la autoridad competente".

La organización va más allá y en su comunicado acusa directamente a la Consejería de Agricultura de "haber realizado en ocasiones sueltas de ejemplares procedentes de cautividad, tal vez sin los necesarios análisis genéticos", lo que podría suponer la vulneración de algunos criterios internacionales en materia de reintroducción de especies.

Acude también ha reclamado mayor transparencia a la Comunidad Autónoma sobre el funcionamiento de El Valle y ha ofrecido su "colaboración desinteresada" para solucionar los problemas originados por el exceso de tortugas procedentes de entornos de cautividad.